La Universidad de Barcelona (UB) ha descubierto este jueves, 26 de octubre, cientos de piezas arqueológicas desconocidas en el antiguo taller del alfarero Antoni Tarrés. El estudio está ubicado en el mismo terreno que alberga la Facultad de Geografía e Historia.
ESCULTURAS Y ESCUDOS HERÁLDICOS
Este tesoro arqueológico incluye una variada colección de elementos ornamentales, desde esculturas de personajes femeninos y masculinos hasta piezas decorativas de jardín y fuentes, así como bustos con rasgos asiáticos y notoriamente, cinco grandes escudos heráldicos de casas reales, como Suecia y Noruega unificadas, la familia Bonaparte, el Imperio otomano, la casa Saboia de Italia y los zares de Rusia. Estos escudos, que datan posiblemente de las décadas de 1860 y 1870, se especula que fueron creados en conmemoración de algún evento organizado por la monarquía española.
BUSTOS
A pesar de que las excavaciones previas se habían centrado en elementos de uso funcional y constructivo, este año ha revelado una colección impresionante de piezas escultóricas destinadas a la decoración de viviendas. Entre los hallazgos destacan esculturas de personajes emblemáticos como una alegoría de Europa y una representación de América, así como elementos ornamentales para jardines, como una escultura de un tritón. Además, se han recuperado numerosos bustos de personajes con rasgos asiáticos, que reflejan el gusto de la época por el exotismo. Incluso se ha encontrado la reproducción de una casa que probablemente formaba parte de un pesebre.
OBRA DE ANTONI TARRÉS
Este descubrimiento arqueológico puede ampliar significativamente el conocimiento sobre la obra de Antoni Tarrés y demostrar su participación en más edificios de lo que se le atribuía anteriormente, con un total de hasta sesenta trabajos identificados en diversos edificios de Barcelona.
Los restos arqueológicos se encuentran en el Raval, y el taller del ceramista Tarrés está en el mismo terreno que la Facultad de Geografía e Historia de la UB. Estos hallazgos arrojan luz sobre un período poco conocido de la arquitectura de Barcelona, un momento de expansión en la ciudad en el que la cerámica de terracota era la materia prima esencial para la construcción, reemplazando a la piedra. Industriales como Tarrés colaboraron estrechamente con escultores, como Josep Anicet Santigosa, para crear elementos arquitectónicos ornamentales de gran belleza y riqueza en ornamentos.
MODERNISMO
La cerámica vidriada y pintada con múltiples colores que llegó con el modernismo marcó el declive del uso de la terracota, con su característico tono rojizo y ocre. No obstante, la fábrica Tarrés representa una ventana al pasado de la Barcelona premodernista, un período que ha sido escasamente estudiado en la historia de la arquitectura y el urbanismo.
Este descubrimiento arqueológico en el taller de Antoni Tarrés en la Universidad de Barcelona ofrece una visión fascinante de la historia arquitectónica de la ciudad y enriquece nuestro conocimiento sobre el legado de este destacado alfarero y su colaboración con escultores de su época.