Uno de los hitos históricos más famosos de la arqueología fue el descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Desde entonces, el mundo de las momias ha despertando un enorme interés entre la ciudadanía, que acude a exposiciones para retroceder en el tiempo para descubrir cómo vivían los egipcios. En Barcelona se encuentra una momia real que se puede visitar un día al año. Aunque no pertenece a la época egipcia, su historia no deja a nadie indiferente (y nos toca más de cerca).
Además de las momias de los tiempos de los faraones, en el Museo Egipcio de Barcelona se halla otra momia, en este caso medieval. El cuerpo sólo se puede visitar el 6 de marzo --día en que murió en 1137-- en la urna de vidrio que contiene el cuerpo incorrupto de Sant Oleguer, revestido con ropa de obispo, en la capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral.
¿QUIÉN ERA?
Oleguer Bones- truga, de familia noble, fue bisbe de Barcelona y arzobispo- de Tarragona, además de consejero de los condes Ramon Berenguer III y Ramon Berenguer IV. Gracias a su asesoramiento, los nobles se casaron con Dolça de Provença y Peronella d'Aragó, unos enlaces que agrandaron considerablemente el país.
Han pasado casi 900 años y prácticamente el santo se encuentra como el día en que murió, por lo que se puede asegurar que en la Catedral se encuentra un hombre de la edad media.
CRIPTA DE LA CATEDRAL
Desgraciadamente, durante la Guerra Civil, un sacristán de la Catedral, ayudado por mossos d'esquadra, ocultó el santo dentro de la cripta situada en el centro del corazón, que servía para guardar los restos mortales de los canónigos. Y una parte de su rostro se vio afectado por la gotera causada por un agujero que provocó un proyectil durante los bombardeos de las aviaciones alemana e italiana.