Panorámica del faro del Morrot, en Montjuïc / iNMA SANTOS

Panorámica del faro del Morrot, en Montjuïc / iNMA SANTOS

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La montaña de Montjuïc de Barcelona esconde un faro desde hace más de 100 años

El tesoro lumínico se construyó en 1922 para sustituir a uno mucho más modesto de 1906

18 noviembre, 2023 16:43

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Entre los susurros del viento que acaricia las laderas de Montjuïc, se esconde un tesoro lumínico resguardado por más de un siglo: el Faro de MontjuïcConstruido en 1922 para sustituir a uno mucho más modesto de 1906, este faro ha sido una fuente silenciosa de luz y testigo mudo del devenir del tiempo desde la ladera de la montaña.

HOGAR CÁLIDO

El Faro de Montjuïc, con su planta casi rectangular de tres pisos y la gracia de su torre iluminada, fue más que un faro para navegantes perdidos en la oscuridad del mar. Fue un hogar cálido para fareros y sus familias, cuyas risas y susurros resonaron en sus paredes hasta el cambio de milenio, cuando la última familia abandonó sus acogedores confines en el año 2000.

Sin embargo, la historia del Faro de Montjuïc no se detiene en el pasado; más bien, se encuentra atrapada en un delicado equilibrio entre el legado y la modernidad. En el año 2010, la Autoridad Portuaria soñó con transformar este ícono histórico en un contemporáneo centro de reuniones, desatando así una polémica que resonó entre las colinas y valles de Montjuïc.

PROTESTAS ECOLOGISTAS

Las obras, que alguna vez resonaron con el martilleo de la transformación, se detuvieron abruptamente en medio de las protestas apasionadas de grupos ecologistas, quienes defendieron vehementemente la reserva de biodiversidad que rodea al faro.

Sin embargo, entre las estructuras inconclusas, se encuentra una sala que regala una vista inigualable del puerto, a través de ventanales que se asoman a la historia y la modernidad en un abrazo visual.