Juan del Val, guionista y escritor de Madrid

Juan del Val, guionista y escritor de Madrid Luis Miguel Añón

Vivir en Barcelona

Juan del Val: “Barcelona en el imaginario de todos era una ciudad abierta, ahora veo victimismo”

El guionista y escritor, que acaba de publicar la novela ‘BocaBesada’, señala que el turismo está acabando con las grandes ciudades y pide que la administración “intervenga”

2 diciembre, 2023 23:15

La verdad “no es algo propio de nadie, está muy repartida”, pero la verdad de cada uno se debe defender con valentía. Esa es una de las posiciones que reitera Juan del Val (Madrid, 1970), guionista y escritor, una de las caras del programa de televisión El Hormiguero. Como escritor acaba de publicar BocaBesada (Espasa), una novela en la que ironiza sobre su propio mundo, el de las productoras y colaboradores televisivos, con personajes que sirven al guionista para “hablar de la vida”, y con una máxima: “no se debe nunca subestimar al espectador ni al lector”. Juan del Val, sin embargo, entra en las disquisiciones que toman fuerza de forma periódica entre las dos grandes ciudades de España, Madrid y Barcelona. En esta entrevista con Metrópoli, asegura que las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos: “Barcelona en el imaginario de todos era una ciudad abierta, ahora veo victimismo”.

Del Val va de cara. No quiere poner paños calientes. Entiende que hubo “un punto de inflexión en 2017”, con el proceso independentista, y que, de alguna forma, se ha vuelto a reabrir ahora con la negociación entre el PSOE y los partidos independentistas, ERC y Junts per Catalunya, con la Ley de Amnistía. “Mi visión sobre Barcelona no es objetiva, vaya por delante. Era la ciudad que más me gustaba. Me encantaba. Y creo que hay un punto de inflexión, en 2017, y empecé a verlo todo como algo hostil, propio de gente enfadada. Me empezó a dar pereza venir a Barcelona”.

Juan del Val

Juan del Val Luis Miguel Añón

Esa tensión pasó, pero Juan del Val entiende que no se ha recuperado la situación anterior. “Hay algo que se ha roto, y es una pena. No sé si estará roto para siempre, me entristece, pero también digo que me da igual. Vivo en Madrid, y no me levanto cada mañana pensando que desde Madrid se les roba algo a los catalanes. Es cierto que la verdad está repartida, pero también hay sentimientos. Yo me sentía muy próximo, también porque mi pareja, Nuria Roca, como valenciana, tuvo siempre como referencia Barcelona y Catalunya. Ahora ya no”.

Portada de la novela de Juan del Val

Portada de la novela de Juan del Val

Ese vivir en Madrid supone una “enorme efervescencia”, apunta Juan de Val, en referencia a su propio mundo creativo, al sector audiovisual y del entretenimiento. Con buena parte de esa industria en la capital española, el guionista y escritor insiste en que la imagen de Barcelona ha perdido muchos enteros. “Barcelona en el imaginario de todos era una ciudad abierta, ahora veo victimismo. Era una ciudad con una visión del mundo, te hablaban de Barcelona desde todas partes. Y ahora mi impresión es que tiende a cerrarse en sí misma, en lugar de abrirse y eso repercute en todo. Es cierto que sigue siendo una ciudad muy potente, nadie lo duda, pero es responsabilidad de los ciudadanos cambiar la imagen, desde la premisa de que la cobardía es mala para todos”.

Juan del Val asegura que en su narrativa se cuenta “la vida”, sin que, aparentemente, juegue un papel central lo ideológico. Las novelas de ideas es cosa de otros, no de este guionista, que no quiere encasillarse, a pesar de que suele generar polémica con sus distintas posiciones en el programa El Hormiguero, que conduce Pablo Motos.

Juan del Val, durante la entrevista con 'Metrópoli'

Juan del Val, durante la entrevista con 'Metrópoli' Luis Miguel Añón

Lo que sucede, a juicio del autor de BocaBesada, es que hay muchas ideas y proyectos que pueden ser atractivos para las plataformas audiovisuales, pero que no se concretan por la “falta de valentía de los directivos”. Del Val, al ser preguntado sobre si hay un exceso de contenidos que las plataformas no pueden absorber, considera que “lo preocupante, al margen de que probablemente haya más contenido de lo que el mercado pueda consumir, es que falta valentía y pasión para hacer cosas distintas. Hay talento, pero no veo claro que los directivos apuesten por ello, porque en la mayoría de casos optan por fórmulas seguras, y lo puedo entender”.

El guionista y escritor explica que todo está muy trabajado, que hay algoritmos precisos, que se sabe en qué minuto se debe hacer un giro en el programa, pero que, al final, un programa o una novela tiene éxito en función de la emoción que genera en el espectador. “El negocio es importante, pero no todo es negocio. Hay obras que se escapan, no tendríamos hoy El Padrino o Annie Hall pensando sólo en eso. A veces se subestima al espectador, o al lector, y eso me parece peligroso”.

Juan del Val incide en cómo la industria audiovisual se ha concentrado en Madrid, aunque muchos profesionales son de Barcelona, o proceden de productoras con sus inicios en Barcelona. Buena parte del equipo de El Hormiguero estaba en Gestmusic, la productora inicial del programa. “El talento está en todas partes y al final lo importante es crear el lugar propicio para que algo funcione, y sucede en Madrid con El Hormiguero”, señala el guionista y escritor.

Juan del Val, en un hotel de Barcelona durante la entrevista con 'Metrópoli'

Juan del Val, en un hotel de Barcelona durante la entrevista con 'Metrópoli' Luis Miguel Añón

En su novela, sobre las productoras audiovisuales, Juan del Val sitúa a varios personajes con los que se abren debates interesantes. Uno de ellos es la posible legalización de la prostitución. El personaje de Jennifer es una prostituta que quiere serlo, que elige de forma deliberada ejercer la prostitución. Del Val se explica: “Mi posición es clara, porque entiendo que el 95% de las que ejercen están esclavizadas. Pero el personaje me interesa, en la trama tiene un papel. Ahora. Si soy yo, Juan del Val, quien habla con ella, le diría que está profundamente equivocada y que se va a arrepentir”. Precisamente, en Barcelona hay un debate sobre ello. Mientras el alcalde socialista, Jaume Collboni, se ha mostrado firme, con la idea de abolir la prostitución, los comunes han apostado más por una regulación.

La otra cuestión que da pie a una reflexión sobre las grandes ciudades, es el turismo. Nueva York está presente en la novela, una ciudad que se ha transformado por completo en las últimas décadas, con una fuerte presencia de turistas. Del Val muestra su lado más crítico: “Es una pena lo que sucede con las grandes ciudades. Se pierde la esencia de los barrios. Empezó en Barcelona, y se ha trasladado a Madrid y Sevilla. Lo digo, si se quiere, desde un plano ideológico. Creo que las administraciones deben intervenir, sin complejos, porque el mercado no lo regula todo. En el barrio de Chueca te encuentras con casi nadie de Madrid. Te cargas la ciudad cuando el alquiler de un piso de 55 metros cuadrados te cuesta 3.000 euros. Hay que regular”.