El Gobierno de Sánchez se volcará para que Barcelona retenga la sede de la Copa América de vela

Deporte y futuro económico. Esa relación es la que defiende el presidente del CSD, Víctor Francos, que tiene claro que Barcelona puede albergar en los próximos años grandes eventos deportivos. Uno de ellos es la Copa América de vela, con todos los preparativos para que se celebre en otoño de 2024. Lo que buscará el Gobierno español, como ha señalado Francos, es que la ciudad pueda retener la sede para los próximos años. “Haremos todo lo posible para volver a organizar la próxima Copa América de vela, la tenemos muy bien encaminada”, ha asegurado.

Francos, en una conferencia en el Círculo Ecuestre, ha insistido en que el Gobierno español quiere volcarse en el deporte, en los deportistas de bases y en la organización de grandes competiciones. En el caso de la Copa América de vela el esfuerzo de las administraciones públicas fue determinante, pero también la iniciativa del sector privado, que se mostró receptivo ante las necesidades del equipo neozelandés, el Team New Zealand, que, como ganador de la última competición, quiso elegir Barcelona.

Presentación de la Copa América en Barcelona

La coyuntura es favorable para la capital catalana. Francos ha señalado que para el Gobierno central el deporte debe ser un elemento reputacional de España. Y que Barcelona debe representar, junto con todo el territorio catalán, “un imán” para albergar grandes eventos deportivos. “Nos encontramos en un momento de excelencia deportiva, y creo que estamos haciendo los deberes para que Barcelona y Catalunya vuelvan a posicionarse como organizadores de grandes eventos, con el concurso de todos”, ha señalado Francos, ante las preguntas de los asistentes en el acto en el Círculo Ecuestre.

Víctor Francos, en el Círculo Ecuestre

Con una organización compleja, en la que intervienen distintas administraciones, además del equipo organizador y las empresas privadas, Francos ha señalado que el Gobierno español participa con una inversión a fondo perdido de 23 millones de euros, con el objetivo de que el evento pueda tener continuidad en los próximos años. Sobre el papel, la posibilidad de que Barcelona pueda albergar, de nuevo, la Copa América de Vela, es de un 50%, porque es el equipo ganador quien decide la sede. El Team New Zealand estará en la final de la competición, al haber ganado la edición anterior. Si su apuesta por Barcelona se mantiene, y gana la carrera, la capital catalana podría mantener el evento, al margen de que se articule una nueva fórmula, que es la que podría estar ideando el propio equipo neozelandés en coordinación con las administraciones públicas, el Ayuntamiento de Barcelona y el Gobierno central.

“El Gobierno de España hará todo lo posible para que Barcelona pueda organizar la siguiente. Barcelona y Catalunya no pueden dejar pasar este momento. Gane quien gane, qué mejor sitio que repetir en Barcelona, que es un sitio fantástico y se han encontrado con unas instituciones serias. Esa opción está muy bien encaminada”, ha insistido Víctor Francos.

Entrenamiento de la Copa América en una edición anterior / AMERICAN MAGIC

Barcelona puede ser el escenario de otras competiciones deportivas. El Ayuntamiento, que dirige el alcalde Jaume Collboni, se ha fijado como objetivos diversos eventos. Francos ha señalado que Catalunya podría albergar la Ryder Cup de 2031, y el Mundial de atletismo en Barcelona en 2029, un objetivo que persigue desde hace años el consistorio barcelonés. También se ha fijado como objetivo el Mundial de Rugby entre 2031 y 2035.

Pero, ¿qué pasa con la Fórmula 1? Francos ha interiorizado la preocupación por perder el mundial de automovilismo, pero ha considerado que la empresa privada que lo gestiona no sólo se moverá por intereses económicos. Madrid aspira a poder organizar un premio de Fórmula 1 en un circuito urbano. “Hay una competencia sabida por la Generalitat –socio principal en la gestión del circuito de Montmeló—y expresada por un proyecto en Madrid, que es el del IFEMA, que es semiurbano. Comprendo la inquietud de Catalunya de perder el gran Premio de Fórmula 1”, ha remachado, para añadir que la decisión –por parte de una empresa privada—no se tomará “sólo en razón al carácter económico, sino en función de la comunicación, de las infraestructuras, y de otros factores”.