Una fiesta en la sala Sidecar

Una fiesta en la sala Sidecar SIDECAR

Vivir en Barcelona

La histórica sala Sidecar de la plaza Real de Barcelona se traspasa

La discoteca tiene más de 42 años de historia y su director, Roberto Tierz, ha explicado que el cambio de manos se hará efectivo el 1 de febrero 

13 diciembre, 2023 11:13

El propietario de una de las discotecas más míticas de Barcelona se despide de la ciudad para siempre. Se trata del local Sidecar, que abrió sus puertas por primera vez el 13 de noviembre de 1982. Ha sido Roberto Tierz --director de la sala -- quien ha anunciado su despedida por redes sociales.

"Tras más de cuarenta y un años al frente de Sidecar, ha llegado el momento de cambiar de vida y dejar paso a otros que lideren la sala con la programación más longeva de la ciudad", dice en una publicación en Instagram.

Para Tierz, estas cuatro décadas han sido una aventura llena de momentos emocionantes y ha conseguido que se cumplan todos los objetivos iniciales. "Lo que comenzó en 1982, movidos por amor a la música y empujados por un espíritu rebelde e inconformista, se ha mantenido a lo largo del tiempo sin perder su esencia", añade el propietario de Sidecar, explicando con orgullo cómo, a pesar de las dificultades, la discoteca ha seguido abierta a todo el mundo. 

La sala Sidecar en una imagen de archivo

La sala Sidecar en una imagen de archivo SIDECAR

Este cambio se hará efectivo a partir del 1 de febrero y los nuevos propietarios serán los responsables del bar Sauvage del Born. Tierz ha llegado a un acuerdo con ellos para que mantengan los conciertos, los empleados y la programación. 

LA DESPEDIDA DE SIDECAR

El último día que los barceloneses podrán disfrutar del actual Sidecar será el 31 de enero de 2024. Además, contará con una fiesta de despedida que se anunciará próximamente.

La sala Sidecar es un emblema de la música en Barcelona. Fundada en 1982, esta sala ha sido testigo de la evolución y diversidad del panorama musical de la ciudad a lo largo de los años. Abrió sus puertas como una respuesta alternativa y contracultural en plena efervescencia del movimiento underground. Ubicada en la Plaza Real del Gòtic, se ha convertido en un punto de encuentro para artistas emergentes y consagrados.