La diabetes, una enfermedad crónica que se caracteriza por la elevación persistente de los niveles de glucosa en la sangre, ha emergido como una de las principales inquietudes de salud pública a nivel mundial. En España, esta preocupación no es una excepción, ya que la Federación Española de Diabetes (FEDE) revela que más de 6 millones de personas se ven afectadas por esta condición en nuestro país.

La creciente prevalencia de la diabetes ha desencadenado alarmas en el ámbito de la salud, ya que sus consecuencias pueden ser graves y afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Provoca ceguera

La retinopatía diabética, una de las complicaciones más preocupantes asociadas con la diabetes, puede manifestarse en hasta un 20 % de las personas afectadas. Es una condición que afecta a los vasos sanguíneos de la retina, la parte posterior del ojo esencial para la visión.

Esta complicación puede desarrollarse a lo largo del tiempo y, en casos más avanzados, resultar en daño irreversible a la visión. Los síntomas iniciales pueden ser leves o incluso imperceptibles, lo que hace que muchos pacientes no busquen atención médica hasta que la enfermedad ha progresado considerablemente

“Es la principal causa de ceguera en la población laboral activa en nuestro país”, advierte el doctor Carles Barnés, oftalmólogo del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus. Lo preocupante es que la retinopatía diabética no presenta síntomas en sus etapas tempranas, dificultando su diagnóstico precoz. Por ello, se enfatiza la importancia de realizar revisiones regulares del fondo del ojo.

el doctor Carles Barnés, oftalmólogo del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus QUIRÓNSALUD

Un enemigo silencioso para la visión

El doctor Barnés destaca que, en las fases tempranas, la retinopatía diabética no presenta síntomas evidentes, subrayando la importancia de la detección temprana mediante exámenes oftalmológicos regulares, como la retinografía. A medida que la enfermedad avanza, puede manifestarse con síntomas como la pérdida de visión y la metamorfopsia, una distorsión visual en la que las líneas rectas parecen onduladas o torcidas.

En fases más avanzadas, la retinopatía diabética puede dar lugar al edema macular diabético y, eventualmente, al desprendimiento de retina diabético, un daño irreversible. El especialista  Barnes subraya la necesidad de “aplicar tratamientos en las fases iniciales para aumentar las posibilidades de éxito”.

Tratamiento

El tratamiento de la retinopatía diabética varía según la etapa de la enfermedad y la presencia de otros problemas, como el edema macular diabético. Mantener un control estricto de los niveles de glucosa en la sangre y de la presión arterial se presenta como la mejor estrategia para prevenir o frenar la progresión de esta complicación.

En las fases iniciales, tratamientos con láser pueden aplicarse para tratar áreas específicas de la retina con edema o sangrado. Cuando ya existe edema macular diabético, se requieren inyecciones intravítreas con diversos tratamientos, como corticoesteroides o fármacos antiangiogénicos, según el tipo de edema presente. La identificación precisa del tipo de edema se logra mediante técnicas avanzadas como la tomografía de coherencia óptica (OCT).

Prevención y cuidado integral

La salud visual de los pacientes diabéticos requiere someterse a revisiones oftalmológicas regulares como medida fundamental para la detección temprana y el tratamiento eficaz de la retinopatía diabética. La prevención y el cuidado integral son clave para preservar la visión y mejorar la calidad de vida de quienes conviven con la diabetes.

"Es importante destacar que no siempre se presentan síntomas evidentes en las primeras etapas de la retinopatía diabética, lo que hace esencial la detección temprana mediante exámenes oftalmológicos regulares", insiste el doctor Barnes.

Existen diferentes tratamientos dependiendo del grado y tipo de retinopatía. “Pero como en cualquier otra patología, cuanto antes se apliquen estos tratamientos más posibilidades de éxito habrá y podremos evitar que la enfermedad se desarrolle hasta ocasionar daños que pueden llegar a ser irreversibles", concluye.

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