El sueño es uno de los tres pilares que fundamentan un buen estado de salud, junto con una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio de forma regular. Aunque los estudios muestran que la mayoría de los españoles reconocen que dormir entre siete y nueve horas es lo recomendable, solo el 30% admite descansar ese tiempo entre semana.
Actualmente, se calcula que, aproximadamente, más del 50% de la población presenta dificultades para conciliar el sueño, un 32% refiere tener un sueño no reparador y hasta un 35% acaba el día con signos de fatiga y somnolencia.
¿POR QUÉ HAY QUE DORMIR LO SUFICIENTE?
El sueño regula diversos sistemas del cuerpo humano promotores de una buena salud, desde el sistema inmune, hasta el sistema metabólico y el sistema cardiovascular, pasando también por el sistema hormonal, además de repercutir en las tareas diurnas cognitivas, necesarias para poder estudiar o trabajar concentrados, memorizar, aprender o coordinar.
Dormir, en definitiva, ayuda a que el cerebro funcione de manera adecuada. Mientras duerme, el cerebro se prepara para el día siguiente. Un descanso nocturno de buena calidad mejora el aprendizaje y la capacidad de resolución de problemas, ayuda a mejorar la atención y a tomar decisiones
CONCIENCIACIÓN
Teniendo en cuenta que la falta de sueño afecta de forma directa a la salud y a la calidad de vida, se hace necesaria una llamada de atención sobre las consecuencias derivadas de no dormir lo suficiente.
Un descanso reparador es indispensable para llevar una vida sana pero "desgraciadamente, seguimos robando tiempo al sueño en parte debido a la poca importancia que le concedemos como hábito de vida saludable" , advierte el doctor Francisco Segarra, experto en medicina del sueño y Coordinador de la Unidad de Patología del Sueño Dr. Estivill del Hospital Universitari General de Catalunya.
ORIGEN DE OTRAS PATOLOGÍAS
Un sueño insuficiente o de mala calidad mantenido de manera crónica favorece la aparición de una serie de enfermedades que pueden llegar a provocar un grave impacto en la rutina diaria de las personas.
Numerosos estudios relacionan dormir poco (menos de cinco horas) con enfermedades cardiovasculares, cáncer, trastornos metabólicos, etc. que se traducen incluso en un aumento de la tasa de mortalidad. Sin embargo, las personas con un sueño profundo y sin interrupciones experimentan tasas más bajas de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas, incluida la salud psicológica.
"Aunque existen aproximadamente cien trastornos del sueño, la mayoría son tratables por los Expertos en Medicina del Sueño”, tranquiliza el doctor Segarra.
RECOMENDACIONES
- Incorporar el sueño como ‘hábito de vida saludable’ durmiendo las horas necesarias según la edad (7-9 horas en los adultos).
- Respetar de forma estricta las Normas de Higiene del Sueño para poder dormir bien.
- Consultar con el especialista si el sueño no se percibe como reparador.
- Mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio regular para favorecer el sueño y también nuestra salud.
- Controlar las condiciones ambientales adecuadas para el sueño (temperatura 18-21º, silencio, oscuridad, colchón adecuado).
- Mantener horarios regulares de sueño-vigilia.
- Evitar la automedicación para dormir más.