La desconocida obra de Jaume Plensa en Nou Barris que esconde una historia familiar

El 29 de mayo de 2022, Nou Barris era testigo de un emotivo reencuentro protagonizado por una familia artística, obra temprana de Jaume Plensa: la “Escullera”. Sí, las tres piezas del monumental conjunto escultórico, encargado en los años ochenta al escultor barcelonés, por fin volvían a reunirse, tras más de dos décadas separadas y en el olvido, como la gran familia original que era en un nuevo emplazamiento más accesible, en los Jardins de la Via Júlia. 

La monumental escultura, elaborada en hierro colado, se instaló inicialmente en Verdun en 1988, en la plaza de Francesc Layret. La idea original de Plensa era situar las tres piezas sobre una base de agua con grandes piedras amontonadas como si fuera el rompeolas del puerto (pero mar adentro), de ahí el título de la obra (“Escullera”). Pero las intenciones del artista quedaron en eso, en intenciones, porque la base sobre la que se instaló la obra no incluyó finalmente la base de agua, y la escultura perdió el elemento clave que la relacionaba con su nombre. 

ABANDONO E INCIVISMO

Las tres esculturas que la componen son figuras antropomórficas que representan una familia, pero sus miembros se separaron durante los años 90, cuando las obras por un aparcamiento subterráneo les obligó a dejar su hogar y a trasladarse a los jardines de la calle Conflent, al otro lado de la Via Júlia, en el lado mar, en el vecino barrio de la Prosperitat. Fue el inicio del declive familiar, pues la nueva ubicación los condenó a vivir separados y de manera dispersa en tres niveles diferentes: la escultura más alta, de tres metros de altura y tres toneladas de peso, ocupaba la acera de Via Júlia, muy cerca de su emplazamiento actual; las otras dos se instalaron en medio de los parterres ajardinados de niveles inferiores, en dirección a la plaza Ángel Pestaña.

Una de las figuras de La "Escullera"

Además de la conexión familiar, también perdieron la dignidad artística. Totalmente desubicadas y desperdigadas, sin un cartel identificativo ni explicación, acabaron siendo pasto del abandono y el incivismo, convertidas en poco más que contenedores de basura de diseño.

Después de 23 años de distanciamiento y olvido, y sólo un año después de la operación de “reunificación familiar”, la "Escullera" vuelve a lucir limpia y rehabilitada, en un entorno amable y adecuado, como una auténtica familia unida que se funde en un abrazo simbólico entre Prosperitat y la Verneda. Con su nueva disposición, además, esta obra temprana de Plensa ha quedado integrada en el proyecto “Relligant Nou Barris”, que tiene como objetivo acercar la historia del distrito a todos los vecinos y vecinas y que incluye diferentes rutas de esculturas y monumentos.