A escasos kilómetros de Barcelona se encuentra un tesoro arquitectónico que a menudo pasa desapercibido entre los turistas. Se trata de Santa Coloma de Cervelló, un pueblo de poco más de 8.000 habitantes que alberga una obra singular y poco conocida de Antoni Gaudí.

La Colònia Güell fue una colonia industrial textil construida a finales del siglo XIX por el empresario Eusebi Güell, mecenas y amigo de Gaudí. La visión de Güell era crear una comunidad obrera donde los trabajadores pudieran vivir cerca de la fábrica, en un entorno amigable y con servicios sociales. Para dar vida a este proyecto, confió en Gaudí para diseñar diversos edificios y elementos arquitectónicos.

Cripta de la Colònia Güell en Sant Coloma de Cervelló WIKIMEDIA COMMONS

Uno de los puntos destacados de esta colonia es la iglesia diseñada por Gaudí, que iba a ser el centro religioso de la comunidad. Sin embargo, a pesar de ser una obra inacabada, esta iglesia, conocida como la Cripta de la Colònia Güell, es un testimonio impresionante del genio creativo de Gaudí. Su estructura interior, con columnas inclinadas y formas orgánicas, muestra la experimentación arquitectónica característica del maestro catalán.

CÓMO LLEGAR A SANTA COLOMA DE CERVELLÓ

Para llegar a Santa Coloma de Cervelló y disfrutar de la Colònia Güell se puede llegar tanto en trasporte público como privado. Para ir en coche, hay que coger la carretera B-200, que conecta con la C-245 y que lleva directamente a la Colònia Güell. El trayecto suele durar alrededor de 25 minutos, aunque depende del tráfico.

Para aquellos que prefieran el transporte público, opción más práctica es coger un tren de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya en la estación de plaza de España y bajar en la parada de Colònia Güell. El viaje tiene una duración aproximada de 30 minutos, y desde la estación, se puede acceder fácilmente a la Colònia Güell.

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