El Born tiene un templo de una orden religiosa del S.XIX
La iglesia, que sigue el modelo contrareformista con cúpula en el crucero, recuerda la primera sede que los Padres Camilos estableció en el territorio de los Països Catalans
13 enero, 2024 23:30Si no fuera por las dos grandes cruces rojas que decoran las puertas grises del número 33 de Sant Pere més Baix, nadie sospecharía que tras ellas se encuentra una iglesia, la de los Padres Camilos. El edificio se construyó en 1803, aunque la fachada no se terminó hasta 1927, y no puede decirse precisamente que sea llamativa. Más allá de los desconchones que decoran las plantas superiores, entre las ventanas de librillo, cerradas a cal y canto, destacan en la planta inferior el revestimiento de piedra y el semicírculo con flechas de forja que corona la parte superior del portal con su doble puerta metálica con remaches.
A lo lejos, he visto salir a alguien del edificio y perderse por Sant Pere més Baix, así que al llegar al número 33, empujada por la curiosidad, traspaso el umbral con cuidado y me dejo engullir por el pequeño recibidor. En el tablón de corcho, un sencillo cartel anuncia los horarios de misa. Empujo la puerta batiente de la derecha y me cuelo en el interior. Unos pasos más adelante… voilà! Una verja de hierro barra la entrada al interior en penumbra de la iglesia, pequeña y acogedora, que sigue el modelo contrareformista, con cúpula en el crucero. Paso las manos entre los barrotes para hacer alguna fotografía con el móvil y esquivo como puedo el reflejo de la luz que se filtra a través de vidriera de colores en la parte superior de la cúpula. Al fondo, en el altar mayor, destaca la Mare de Déu de la Salut, aunque en esta iglesia de los Padres Camilos también se venera la imagen de San Judas Tadeo.
La orden de los Ministros de los Enfermos fue fundada por Camilo de Lellis en el siglo XVI. Se establecieron en Catalunya en 1662 y levantaron en este barrio de Barcelona el primer convento de la orden en todo el territorio de los Països Catalans. Exclaustrados en 1835, no volvieron a recuperarlo hasta 1899. Tres años después, los padres camilos se trasladaron a Osona, al único convento franciscano de Sant Tomàs de Riudeperes. En 1909 el antiguo convento ardió y, tras su reconstrucción, funcionó en parte como clínica, de 1930 a 1936. Pero la iglesia de la primera sede de la orden, pese a las reformas del edificio y sus diferentes usos, se ha mantenido en activo en su lugar original.