Los fines de semana soleados son una gran ocasión para descubrir los pueblos con encanto de los alrededores de Barcelona. Ya sea en invierno, primavera, verano u otoño, la ciudad está rodeada de municipios perfectos para visitar en una escapada de un solo día.
Entre las múltiples opciones se encuentra el pequeño pueblo de de Sant Pol de Mar, a sólo 30 minutos en coche de Barcelona. Situado en la comarca del Maresme, Sant Pol es un antiguo pueblo de pescadores y un perfecto destino de playa. Sus casas blancas y calas lo han convertido en el refugio de aquellos que buscan algo de paz.
Mucho más que playa
Además de la playa, este pueblo tiene la iglesia de Sant Jaume, un monumento de estilo gótico; la ermita de Sant Pau, del siglo XI y con vistas espectaculares del pueblo. También cuenta con dos preciosas casas modernistas, entre las que destaca Can Planiol, en la calle Abad Deas.
Los amantes de la comida podrán disfrutar de uno de los restaurantes más conocidos de toda Cataluña, el Sant Pau de Carme Ruscalleda. El local cuenta con tres estrellas Michelín y numerosos reconocimientos internacionales.
¿Cómo llegar?
Para llegar a Sant Pol en coche hay que coger la C-32 y salir por la salida 117: de la salida de la autopista al pueblo hay tan solo cinco minutos. La otra alternativa es acceder en tren: todos los trenes que terminan en Calella (R1), Blanes (R1) o Portbou paran en esta estación.