Barcelona se encuentra este sábado, 9 de marzo, en alerta amarilla ante la llegada de una potente borrasca que está provocando fuertes vientos y lluvias en  en toda la región. Según los últimos informes climatológicos, se espera que las condiciones climáticas empeoren durante las próximas horas, con ráfagas de viento que podrían superar los 20 kilómetros por hora y precipitaciones intensas.

Según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), los chubascos se alargarían probablemente hasta las 21:00 horas de la noche, siendo el tramo entre las 16:00 y las 18:00 horas el más intenso de la jornada.

Precaución

Las autoridades han emitido advertencias a los residentes para que tomen precauciones y se mantengan a salvo durante el paso de la borrasca. Se recomienda evitar salir de casa si no es estrictamente necesario y asegurar cualquier objeto que pueda ser arrastrado por el viento.

Se espera que las lluvias sean especialmente intensas en las zonas costeras. Se insta a la población a mantenerse alejada del mar, ya que representa un peligro para la seguridad.

Tregua a la sequía

Estas precipitaciones darán una pequeña tregua a la situación de extrema emergencia por la sequía en los municipios del ratio Ter-Llobregat, que se han visto obligados a tomar medidas excepcionales para garantizar el abastecimiento de agua. De hecho, recientemente, Foment del Treball ha reclamado a la Generalitat de Catalunya medidas “urgentes” para combatir la grave sequía que afecta a Barcelona.

Adiós al ambiente cálido

El Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) por su parte, ha explicado que este invierno ha sido especialmente cálido en Catalunya. De hecho, en el tramo del 22 de enero al 23 de febrero se ha registrado la racha de anomalía cálida más larga de la serie, iniciada en 1997.

En el Observatori Fabra, con datos desde el invierno de 1913 y 1914, la temperatura media ha sido de 12,2 grados, también claramente por encima del anterior récord --de 11,5 grados--, que data del invierno 2015 y 2016.