La Casa Batlló de Barcelona ofrece a sus visitantes la oportunidad única de comprar un fragmento de su encanto. Desde el domingo 21 de abril hasta el martes 23 de abril, esta icónica edificación ha sorprendido al mundo al poner a la venta las emblemáticas rosas que adornan su fachada.

Con un total de 1.300 rosas cuidadosamente dispuestas en su cubierta, la Casa Batlló ha decidido compartir su belleza con aquellos que deseen llevarse un recuerdo especial de su visita. Sin embargo, esta oportunidad única no estará disponible por mucho tiempo, ya que solo una selección limitada de 100 unidades numeradas estará disponible para adquirir.

60 euros por rosa

El precio de estas preciosas rosas, cargadas de historia y simbolismo, es de 60 euros por unidad. Aunque puede parecer un precio elevado, hay que considerar el valor histórico y estético que representan estas flores, cada una impregnada con la esencia y el encanto de la Casa Batlló.

Colas para hacerse la foto frente a la Casa Batlló el Día de Sant Jordi METRÓPOLI

Para aquellos interesados en adquirir una de estas exclusivas rosas, el proceso es sencillo. Basta con dirigirse a la tienda Simbòlic, ubicada cerca de la Casa Batlló, donde encontrarán disponible esta selección limitada.

Patrimonio cultural barcelonés

Esta iniciativa no solo ofrece a los visitantes la oportunidad de llevarse un recuerdo inolvidable de su experiencia en este emblemático edificio modernista, sino que también contribuye a la preservación y difusión del patrimonio cultural de Barcelona.

La Casa Batlló, un ícono del modernismo catalán, fue diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí entre 1904 y 1906. Ubicada en el corazón de Barcelona, esta obra maestra es un ejemplo sobresaliente de la creatividad y genialidad de Gaudí. Encargada por el industrial Josep Batlló, Gaudí transformó un edificio convencional en una obra de arte única, caracterizada por su fachada ondulante, colores vibrantes y detalles surrealistas. La Casa Batlló es un monumento que fusiona la arquitectura, el arte y la naturaleza, y continúa cautivando a visitantes de todo el mundo con su belleza y originalidad, dos de sus características que llegan a su máximo esplendor en Sant Jordi.



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