El destino suele ser un concepto que genera mucho debate. Cuenta con un gran número de defensores acérrimos, que destacan su importancia en todos los aspectos de la vida. Por otro lado, los también abundantes detractores niegan su existencia, justificando que la fortuna la crea uno mismo. Al margen de esto, es innegable que cada decisión que tomamos, por insignificante que parezca, esté escrita o no, marca cómo será el futuro. Un “sí” o un “no”, supuestamente banales, pueden abrir una puerta a la felicidad absoluta o bloquear la posibilidad de coincidir con una persona que jugaría un papel crucial en nuestro porvenir. Ese es el tema en el que profundiza la obra de la que hablamos a continuación.

La trama de L’illa deserta está protagonizada por un hombre y una mujer que, “casualmente”, se quedan encerrados en un ascensor. A partir de ese momento, la suerte despliega sus alas para mostrarnos las infinitas opciones que podrían suceder como consecuencia del encuentro. Ella es empleada de un banco, aunque solía dedicarse a pintar grafitis, mientras que él tiene vocación de actor, pero subsiste ejerciendo de repartidor a domicilio. La buena sintonía que nace entre los dos da pie a que el público sea testigo de sus aspiraciones, anhelos y sueños, a la vez que se pregunta cómo concluirá esa velada tan especial.

La trama de L'illa deserta

Sustentándose en el What if?, la propuesta busca que la gente se identifique de manera inmediata con los personajes, acompañándoles en un viaje lleno de incertidumbre, belleza y compenetración. Durante un periodo de tiempo reducido, el mundo exterior desaparece, así como las máscaras y los artificios, en pos de la autenticidad que une a la pareja. ¿Evolucionará la relación cuando sean libres o les arrebatarán ese instante mágico para siempre? La respuesta dependerá de ellos.

Interpretado en catalán, el espectáculo de noventa minutos de duración, escrito y dirigido por Marc Artigau i Queralt, tiene un elenco formado por Maria Rodríguez e Isak Férriz. La química de los actores va más allá de las tablas, logrando que la audiencia se emocione, especule sobre el devenir del argumento y reflexione en torno al desarrollo de los hechos. Raquel Ibort ha diseñado la escenografía y el vestuario de esta producción de La Brutal, que vuelve a la capital catalana para cautivar de nuevo a los asistentes que quieran descubrirla o disfrutar de ella por segunda ocasión.

Horarios

L’illa deserta puede verse en La Villarroel de Barcelona hasta el próximo domingo 7 de julio. Las funciones se realizan los miércoles y jueves a las 20:00 horas, viernes y sábados, en sesión doble, a las 17:30 horas y a las 20:00 horas el viernes, a las 17:30 horas y a las 20:30 horas el sábado y los domingos a las 17:30 horas. Podéis haceros con las entradas accediendo a la plataforma oficial de venta online de la sala. Dadle una oportunidad al azar y no dudéis en sumergiros en esta comedia dramática, donde los sentimientos actúan como eje central constituyendo un relato único.