El sándwich mixto, conocido en muchos lugares simplemente como un sándwich de jamón y queso a la plancha, es un clásico de la cocina rápida y económica. Sin embargo, en Barcelona, este bocadillo tiene un nombre peculiar y curioso: se le llama "bikini". Esta denominación tiene una historia interesante que se remonta a mediados del siglo XX, y está estrechamente vinculada con un icónico lugar de la ciudad: la Sala Bikini.
La Sala Bikini, inaugurada en 1953, fue una de las salas de baile más emblemáticas de Barcelona. Situada en la avenida de Diagonal, esta sala no solo se destacaba por su oferta musical y de entretenimiento, sino también por su variada carta de comidas y bebidas. En los años 50, la Sala Bikini comenzó a ofrecer una especialidad que rápidamente se convirtió en un favorito entre sus asistentes: el sándwich mixto.
El mítico de la Sala Bikini
Este sándwich, compuesto por jamón y queso fundido entre dos rebanadas de pan de molde, se preparaba a la plancha, logrando así una textura crujiente por fuera y derretida por dentro. La popularidad del sándwich mixto en la Sala Bikini creció de manera exponencial, y pronto el público empezó a referirse a él simplemente como "el bikini", en alusión al lugar donde lo habían probado por primera vez. De esta forma, el nombre del establecimiento quedó irremediablemente ligado a este bocadillo.
Un bikini de sobrassada
HULEYMANTEL
Con el paso del tiempo, el término "bikini" para referirse al sándwich mixto se fue extendiendo por toda Barcelona y sus alrededores, trascendiendo las fronteras de la Sala Bikini. La adopción del nombre fue tan generalizada que hoy en día, en cualquier bar o cafetería de la ciudad, si se pide un "bikini", inmediatamente se sabe que se está hablando de un sándwich de jamón y queso a la plancha.
El origen del nombre de la Sala Bikini también es digno de mención. Aunque se podría pensar que el nombre proviene del famoso traje de baño, en realidad, se eligió inspirándose en el atolón de Bikini, en las Islas Marshall, que fue escenario de pruebas nucleares en la década de 1940. El nombre evocaba modernidad, exotismo y un aire internacional, lo que encajaba perfectamente con la visión que tenían los fundadores de la sala para atraer a una clientela joven y cosmopolita.
La Sala Bikini, además de su oferta gastronómica, se convirtió en un referente cultural en Barcelona. Fue testigo de innumerables conciertos, actuaciones en vivo y eventos sociales que marcaron la vida nocturna de varias generaciones. A lo largo de las décadas, aunque la sala ha experimentado cambios y renovaciones, su legado permanece intacto, y con él, el nombre "bikini" para el sándwich mixto sigue siendo un tributo a su historia.