Santa Eulalia, la tienda de lujo de Barcelona con 200 años de historia que viste a ministros y reyes
Fundada en 1843 y con Lluís Sans al mando, se ha convertido en un símbolo del lujo barcelonés
11 agosto, 2024 23:30Todo empezó en 1843 en una pequeña tienda de tejidos en la calle Boqueria. Los propietarios se mudaron hasta Barcelona para cumplir su sueño de abrir un negocio en la capital catalana. Poco podían imaginarse el futuro de aquella humilde apertura. Más de 180 años después, se ha convertido en un símbolo del lujo barcelonés. Al frente, Lluís Sans junto a su mujer, Sandra Domínguez, son la cuarta generación a los mandos.
La historia de Santa Eulalia es una historia de éxito. Con una gran tienda en paseo de Gràcia, pasó de vender tejidos y de confeccionar la ropa de la elite barcelonesa a ser una tienda multimarca donde se venden los diseños de grandes firmas internacionales como Balenciaga, Stella McCartney, Givenchy o Jacquemus.
En sus más de 2.000 metros cuadrados se encuentra una cuidada selección de colecciones de lujo, tanto para hombre como para mujer. Un lugar de referencia por el que han pasado personalidades vinculadas a la política, la economía o el deporte, como Emilio Botín, expresidente del Banco Santander, Joan Antoni Samaranch, expresidente del Comité Olímpico Internacional, Gerard Piqué e incluso el rey Emérito Juan Carlos I.
El savoir faire y el conocimiento del oficio son las señas de identidad sobre las que se construye el prestigio del negocio. La clave del éxito es, según Lluís Sans, “hacer bien las cosas”. “El estilo cuidado e impecable de la tienda, la calidad del producto y una buena atención al cliente” son los pilares que explican que el negocio lleve en pie dos siglos.
Reinventarse para adaptarse a la moda actual
En el presente y en el panorama de la moda internacional, los extranjeros representan un porcentaje pequeño de su clientela, exactamente un 30%, mientras que un el 70% restante es español. No obstante, Sans señala que el comercio online favorece las compras internacionales. A pesar de que de allí sólo proviene el 7% de su facturación, tiene claro que “es un gran catálogo para reafirmar la venda”. El propietario de Santa Eulalia reconoce que muchas de las ventas vienen motivadas por el canal online. “Vemos como muchos clientes, antes de venir, consultan nuestra página web para tener más claro qué comprar”, afirma a Metrópoli.
En la moda, uno debe adaptarse a las nuevas demandas. El valor diferencial de Santa Eulalia es ofrecer un producto de calidad a todo tipo de público. Precisamente, la accesibilidad a la moda de lujo es uno de los cambios que más ha notado Sans con el paso de los años. “Antes, la alta costura era inalcanzable, reservada para la élite, un grupo más refinado y elegante. Ahora llama la atención a gente más diversa. Puede venir un joven con zapatillas deportivas que quiere una camiseta de diseño”. Se trata de reinventarse, y en Santa Eulalia lo hacen ofreciendo “lo mejor del mundo de la moda”, ya sea de alta costura como de diseñadores emergentes.
Aunque puede que la moda se haya democratizado, para algunos sigue siendo inaccesible. Sans reconoce que vende “lujo” y prueba de ello es el precio de algunos de sus productos. Camisetas por 400 euros, bolsos por algo más de 1.000 o zapatos por 600.
Seguir manteniendo su esencia
Mirar hacia el presente no les hace olvidar el pasado. De hecho, en la página web de Santa Eulalia se puede consultar un archivo documental con auténticas joyas: prendas, carteles, fotografías que han ido recopilando en los últimos años.
Pasado y presente, ¿y futuro? Sans se fija un único reto: “seguir haciendo lo que hacemos”. El propietario de Santa Eulalia asegura que la competencia es cada vez más “dura” porque las marcas de lujo abren sus propias tiendas. Por eso, el objetivo es “continuar teniendo lo mejor del mundo dentro de un mismo establecimiento. Seguir 200 años más como ahora”, concluye Sans.