Los barceloneses emplean diversas expresiones en su uso cotidiano que no proceden ni del catalán ni del castellano. Entre todas ellas, hay una que utilizan a todas horas como muestra de agradecimiento a una acción o gesto y que suele realmente dulce. 

Hablamos del término francés merci, que destaca por encima de las demás formas de agradecimiento en cuánto a veces que se escucha: gràcies, moltes mercès, mercès... ¡Las gana a todas ellas, pese a ser correctas también!

De hecho, se ha ganado el cariño de los catalanes, que prefieren agradecer las cosas de una forma más desenfadada. El origen de la palabra merci no acaba de ser del todo claro, aunque existen varias teorías.

Proviene del francés

La primera versión que explica el origen de esta costumbre hace referencia a una deformación del lenguaje: que de moltes mercès o, simplemente, mercès, se hubiera pasado a merci por su parecido fonético y por economía del lenguaje.

Sin embargo, tampoco debemos descartar la otra teoría, que dice que proviene del francés, ya que el merci se utiliza, sobre todo, en las comarcas de Girona próximas a Francia. Tú, ¿con qué teoría de las dos te quedas?

Otras expresiones utilizadas

Más allá de "merci", existen otras expresiones que, aunque no provienen ni del castellano ni del catalán, forman parte del lenguaje cotidiano de los barceloneses.

Un ejemplo es "ok", utilizado para expresar acuerdo o conformidad. También está "bye", que a menudo reemplaza al tradicional "adiós" o "adeu" al despedirse de manera informal.

Otra palabra común es "brunch", un término que ha ganado popularidad y se emplea para referirse a esa mezcla entre desayuno y almuerzo.