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Un equipo de especialistas del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus ha propuesto el uso de probióticos como una posible herramienta para prevenir y tratar diversas enfermedades oculares.

La microbiota ocular, compuesta por aproximadamente 500 tipos de microorganismos, juega un papel determinante en la salud visual. Sin embargo, el equilibrio de solo una treintena de estos microorganismos es determinante.

¿Existe relación?

En una reciente editorial publicada en la revista "Cataract & Refractive Surgery Today Europe", el doctor Carlos Vergésdirector médico del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus la doctora Verónica Ribas, jefa de la Unidad de Superficie Ocular, destacan que desequilibrios en la microbiota de la superficie ocular podrían estar relacionados con condiciones como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), conjuntivitis crónica, ojo seco, uveítis y glaucoma.

"Numerosos estudios evidencian que estos cambios pueden afectar la salud ocular", señala el doctor Vergés. "Esto nos lleva a explorar si el uso de probióticos, ya sea de forma oral o  mediante gotas, puede ser un complemento eficaz en el tratamiento de estas patologías".

La importancia de la microbiota

La microbiota ocular, un concepto que ha ganado relevancia en la investigación médica, se refiere a la comunidad de microorganismos que habitan en los ojos, similar a la flora intestinal.

La composición de esta microbiota se establece desde el nacimiento, al adquirir la flora de la madre durante el parto. Con los avances en técnicas de secuenciación del ADN, los científicos han identificado hasta doce tipos de bacterias que predominan en el 95% de la población, creando una microbiota única en cada individuo.

Resultados positivos

Estos recientes estudios que se están llevando a cabo sobre el impacto de los probióticos en enfermedades oculares, especialmente en el tratamiento del síndrome del ojo seco. "Los resultados son prometedores cuando adaptamos prebióticos y probióticos a cada paciente, aunque al aplicar un tratamiento general, la efectividad varía", explica.

Ambos especialistas coinciden en que es fundamental desarrollar formulaciones personalizadas de probióticos, basadas en la secuenciación genética de la microbiota de cada paciente. Para ello, han iniciado colaboraciones con el Laboratorio de Biología Molecular (Pangaea) del Hospital Universitari Dexeus, con el objetivo de comprender mejor la microbiota ocular y su relación con diversas patologías.

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