Uno de los planes favoritos de los barceloneses es escaparse de la ciudad para disfrutar de la calma y la belleza de los entornos naturales que rodean a Barcelona.
A poca distancia, se encuentran infinidad de pueblos rurales llenos de encanto que en otoño lucen especialmente bonitos, con los tonos cálidos de los árboles y paisajes cubiertos de ocres, rojizos y dorados.
Uno de estos encantadores pueblos es Cardona, ubicado en la comarca del Bages y a sólo una hora de Barcelona. Gracias a su impresionante patrimonio histórico y natural, el pueblo se ha posicionado como uno de los más bonitos de España.
Un castillo con gruesas murallas
La imponente fortaleza, con sus gruesas murallas y poderosos baluartes encaramados sobre el valle del río Cardener, evocaba como pocos lugares esa atmósfera de tiempos pasados. Hoy, convertido en Parador Nacional, el castillo sigue atrayendo a viajeros y amantes de la historia, transportándolos a otra época con su arquitectura románica y gótica.
Castillo medieval de Cardona, actualmente un Parador
Paradores
Cardona, sin embargo, no solo es conocida por su castillo. La localidad creció alrededor de un gigantesco domo de sal sódica y potásica. Hoy, el Parque Cultural de la Montaña de Sal permite a los visitantes adentrarse en este espectacular fenómeno geológico, descendiendo hasta 86 metros bajo tierra para contemplar las formaciones cristalinas de sal.
Galería interior de la montaña de sal de Cardona, un espacio natural increíble
Agencias
El casco antiguo de Cardona también guarda huellas de su próspero pasado. Los señoriales portales de sus casas nobiliarias son testimonio de la riqueza que trajo la explotación de la sal, un "oro blanco" que durante siglos impulsó la economía de esta singular localidad catalana.