Con la llegada del frío, pocos placeres se comparan a unos churros con chocolate caliente, y en Barcelona, las opciones para disfrutar de esta tradición abundan. Pero hay una churrería que destaca entre todas: un local de barrio con historia, fundado en 1969, donde se preparan los que muchos consideran los mejores churros de la ciudad.
Hablamos de la Churrería San Roman, con dos locales ubicadas en la calle Consell 211 y en la calle Concepció Arenal con Fabra i Puig. Es una de las churrerías con más solera y tradición de Barcelona.
Fundada en 1969 por la familia que le da el nombre, ha sabido mantener todos sus procesos de elaboración artesanal que la caracterizan ofreciendo los más altos niveles de calidad en sus dos establecimientos.
Opciones dulces y saladas
La churrería San Roman se distingue por su amplia variedad de opciones para los amantes del churro, con una oferta que abarca desde los clásicos churros dulces hasta especialidades regionales y de tradición. Aquí, podrás disfrutar de churros lazo, churros madrileños, las esponjosas porras y churros de chocolate, siempre acompañados de su exquisito chocolate desecho, ideal para mojar cada bocado. Además, su menú incluye delicias como los chuchos de crema, los pestiños y los auténticos pastissets de Tortosa.
Para quienes prefieren opciones saladas, San Roman también ofrece alternativas irresistibles, como patatas fritas, patatas light y patatas paja, así como crujientes cortezas de trigo y de cerdo, almendras fritas y buñuelos de bacalao.
Esta variedad permite satisfacer todos los gustos, ya sea que busques un dulce antojo o algo salado para disfrutar en cualquier momento del día.
Horarios
Las tiendas de la churrería San Roman están abiertas todos los días de la semana, ofreciendo así la posibilidad de disfrutar de sus especialidades en cualquier momento.
De lunes a sábado, el horario es de 8:00 a 14:00 por la mañana y de 17:00 a 21:00 por la tarde. Los domingos, abren de 8:00 a 15:00 y de 17:00 a 21:00 horas, asegurando que tanto madrugadores como quienes buscan un antojo al final del día puedan encontrar su lugar en San Roman.