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Las cataratas son una afección ocular que deriva en una visión borrosa o disminuida provocada por la opacidad del cristalino. Este problema puede ser causado por diversos factores, como el envejecimiento, predisposición genética, enfermedades sistémicas como la diabetes o hipertensión, así como el uso prolongado de ciertos medicamentos. También influyen hábitos como el consumo de alcohol, el tabaquismo y la exposición prolongada al sol sin protección.

El tratamiento más efectivo para las cataratas es la cirugía, un procedimiento que ha avanzado considerablemente gracias a las últimas innovaciones tecnológicas. Consiste en sustituir el cristalino opaco, por una lente artificial (lente intraocular).

"La cirugía se recomienda cuando las cataratas interfieren significativamente en la calidad de vida del paciente o cuando existe riesgo de complicaciones, como el aumento de la presión intraocular”, explica el doctor Carlos Vergés, jefe del Servicio del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus.

Recuperación rápida y segura

Con las técnicas actuales, la recuperación tras la cirugía de cataratas es rápida. En tan solo una semana, el paciente puede retomar el 80% de sus actividades diarias, incluyendo la práctica de deporte en menos de un mes.

Para garantizar una recuperación óptima tras una cirugía ocular, es fundamental tomar ciertas precauciones. Se debe evitar realizar esfuerzos físicos intensos o movimientos bruscos que puedan comprometer la zona intervenida. Además, es necesario proteger los ojos de golpes accidentales, especialmente al interactuar con niños pequeños, quienes podrían causar lesiones de forma inadvertida.

"Es recomendable limitar las actividades que requieran fijar la vista, como la lectura o el uso de pantallas, a un máximo de dos o tres horas al día para no sobrecargar los ojos durante el proceso de recuperación”, señala el especialista.

Por último, es esencial consultar con el médico sobre el uso de cualquier medicamento, especialmente aquellos que puedan provocar inflamación, para asegurar su compatibilidad con el tratamiento postoperatorio.

Estos cuidados son esenciales para prevenir infecciones como la endoftalmitis, una de las complicaciones más graves, así como para evitar molestias derivadas de la inflamación postoperatoria.

Pautas a seguir tras la intervención

Para garantizar una recuperación sin complicaciones, es vital seguir las indicaciones del cirujano incluso si el paciente se siente bien. Durante las primeras semanas tras una cirugía ocular, es importante adoptar ciertos hábitos para asegurar una recuperación exitosa. “Se recomienda reducir o evitar el consumo de alcohol, ya que puede actuar como proinflamatorio y retrasar la recuperación. Paralelamente, llevar una dieta equilibrada es esencial para promover la cicatrización y fortalecer los tejidos oculares”, advierte el cirujano oftalmológico.

El doctor Vergés añade una serie de consejos para facilitar el postoperatorio, como “usar gafas con filtro UV para proteger los ojos de la luz solar, especialmente en épocas de alta exposición, y así prevenir daños adicionales”. “En el caso de pacientes con ojo seco, una condición que afecta a más del 50% de quienes se someten a cirugía de cataratas, el uso de lágrimas artificiales resulta fundamental para disminuir el riesgo de infecciones y aliviar molestias”, recalca.

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