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La menopausia, un proceso natural en la vida de todas las mujeres, ha sido históricamente un tema rodeado de estigmas y desinformación. Durante años, muchas mujeres han enfrentado esta etapa en soledad, lidiando con una serie de síntomas físicos y emocionales sin el apoyo necesario. Acostumbra a ser un momento crítico, marcado por un estigma social con un profundo impacto negativo.

Para aliviar los síntomas de la menopausia y mejorar significativamente la calidad de vida de quienes la experimentan, la terapia hormonal se presenta como una solución efectiva. 

La terapia de reemplazo hormonal es un medicamento que contiene hormonas femeninas que permite reemplazar el estrógeno que el cuerpo deja de producir durante la menopausia. Se utiliza con mayor frecuencia para tratar los síntomas comunes de la menopausia, incluidos los sofocos y las molestias vaginales.

El éxito de la terapia hormonal radica en un enfoque personalizado y consensuado entre la paciente y su médico. Los tratamientos se ajustan periódicamente para evaluar si se están cumpliendo los objetivos, siempre individualizando la medicación según las características y necesidades de cada mujer.

¿Qué es la menopausia?

“La menopausia marca el final de la capacidad reproductiva de la mujer y se caracteriza por una disminución en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona”, explica Teresa Gómez, especialista en Obstetricia y Ginecología de la Clínica Ginecológica de Centro Médico Teknon.

En una sociedad que valora la juventud y el bienestar físico, muchas mujeres buscan mantenerse saludables y activas, lo que hace que la atención a los síntomas de la menopausia sea más relevante que nunca.

"Los síntomas pueden variar ampliamente entre las mujeres: algunas pasan por esta transición casi sin notarlo, mientras que otras experimentan sofocos, insomnio, cambios de humor y problemas íntimos que afectan su bienestar general", añade la especialista.

Los temidos sofocos

Las hormonas juegan un papel esencial en la regulación de los cambios durante la transición hacia la menopausia. Los sofocos, por ejemplo, son un síntoma común que puede llegar a ser muy incómodo e incluso incapacitante, afectando el sueño y el bienestar emocional. "La terapia hormonal, siempre que no existan contraindicaciones, ayuda a suavizar esta transición y a proteger el organismo de los efectos adversos asociados a la disminución hormonal", aclara la doctora Gómez.

Entre las preocupaciones más comunes durante la menopausia se encuentra el bienestar íntimo y la vida sexual, áreas en las que se han logrado grandes avances médicos. Además, los síntomas emocionales asociados con la disminución hormonal, como la ansiedad y la depresión, también requieren atención y un enfoque terapéutico adecuado para ayudar a las mujeres a mantener su equilibrio emocional durante esta etapa. 

Un recurso infrautilizado pero efectivo

Hace 25 años, aproximadamente el 20% de las mujeres con síntomas de perimenopausia recibían terapia hormonal. Sin embargo, la difusión de miedos y mitos en torno a estos tratamientos ha provocado una notable disminución en su uso, con solo un 4% de las mujeres con síntomas menopáusicos y un 2-2.5% en la perimenopausia optando por esta terapia en la actualidad.

La evidencia científica respalda la eficacia de la terapia hormonal cuando se inicia durante los primeros cinco años tras la última menstruación, periodo conocido como el ‘primer periodo de la menopausia’. Un consenso presentado en 2022 por 21 Sociedades Científicas Internacionales confirmó que los beneficios del tratamiento superan los riesgos en este tiempo, con un enfoque en mejorar la calidad de vida tanto a corto como a largo plazo.

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