La masía de Can Riera del S.XVI olvidada en la Verneda
La masía del S.XVI olvidada en la Verneda: un edificio histórico escondido entre maleza
Esta casa del siglo XVI es un testigo de la historia agrícola de la Verneda que resiste al abandono desde hace décadas a la espera de su recuperación y de un uso público aún por decidir
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Calle Santander, 41. A priori, parece fácil de encontrar, ¿verdad?. Pues no lo es. Can Riera es una masía del siglo XVI que sobrevive como un islote olvidado entre las vallas del campo de fútbol de la Unió Esportiva Sant Andreu y el océano de remolques de un parking de camiones.
Sus paredes de piedra amenazan ruina entre la maleza, pero resisten en pie como testigos silenciosos de la historia agrícola de la Verneda y como un símbolo de la lucha vecinal por la preservación del patrimonio.
Construida en 1575
La historia de Can Riera se remonta a 1574, fecha grabada en una placa de piedra que preside su portal principal, difícil de distinguir tras la valla metálica que rodea la masía. La familia Riera, que dio nombre a la casa, vivió aquí durante tres siglos. Hasta la primera mitad del siglo XVIII, cuando se añadió el apellido Parellada. Y en 1903, pasó a manos de la familia Basté.
La Verneda en una imagen de archivo
Según la documentación, la actividad principal era el cultivo de la vid, pero tras la plaga de filoxera de 1877, las tierras se reconvirtieron en huertos de hortalizas, explotados hasta finales de la década de 1980.
En la década siguiente, IOSA Inmuebles compró los terrenos para construir el actual aparcamiento de camiones que arrasó sin remilgo estético con todas las canalizaciones y la enorme balsa de agua de la finca.
Arquitectura tradicional catalana
La masía, ejemplo típico de la arquitectura tradicional catalana, se compone de un cuerpo principal con tejado a dos aguas y diferentes construcciones anexas. En su maltrecha fachada se intuyen algunos elementos interesantes como un portal adovelado de medio punto y una ventana gótica con tracería calada.
Lamento deciros que he sido incapaz de localizar los restos de pintura y las agujas de los tres relojes de sol que se mencionan en algunos artículos.
La parte posterior de la masía daba a la riera de Horta y estaba protegida por un muro del que se conserva una parte. También se especula sobre un posible uso defensivo anterior de la masía, en base a la existencia de una torre de vigilancia con aspilleras para fusiles.
Zona del aparcamiento para camiones
Al borde de la demolición
Sin embargo, pese a los hallazgos y su valor histórico, la masía de Can Riera no fue catalogada ni protegida como patrimonio hasta hace relativamente poco. Esto la dejó al borde de la demolición cuando en 2010 el Ayuntamiento aprobó un proyecto urbanístico para el Sector Prim, que incluía la construcción de más de 3.500 pisos.
La presión vecinal, liderada por la plataforma Apropat (Agrupació per la Protecció del Patrimoni), logró que el consistorio rectificara en 2013 y accediera a salvar la masía, que por fin quedó inscrita en el Inventari del Patrimoni Arquitectònic de Catalunya con la categoría D correspondiente a Bien de Interés Documental.
Doce años después, con la protección garantizada, el futuro de Can Riera sigue siendo una incógnita: ¿qué uso público se le dará al edificio?
