
Torre del Reloj del Muelle de Pescadores de Barcelona
Peligroso derrame de queroseno en el Port de Barcelona: los Bomberos trabajan para contenerlo
Ante la situación, se ha activado en fase de prealerta el plan Camcat, el protocolo de emergencia por contaminación de aguas marinas en Catalunya
Más del Port de Barcelona: Los trabajadores de Tepsa de Barcelona, sobre el accidente mortal en el Port: "Se podría haber evitado"
Noticias relacionadas
Los Bomberos de Barcelona trabajan desde el mediodía de este jueves en la contención de un derrame de 700 litros de queroseno en el Port de Barcelona.

Veleros amarrados en el puerto de Barcelona
Según Protecció Civil, el vertido ha ocurrido en el Muelle Álvarez de la Campa. Los bomberos han instalado barreras para impedir que el combustible se siga extendiendo.
Ante la situación, se ha activado en fase de prealerta el plan Camcat, el protocolo de emergencia por contaminación de aguas marinas en Catalunya.
Fuga contenida
Los Bomberos de Barcelona, que han desplazado a nueve dotaciones, han podio contener la fuga de hidrocarburo con una barrera marítima, para poder aspirar el queroseno.
Por su parte, el Puerto de Barcelona ha activado su Plan Interior Marítimo (PIM), hasta que a las 13.30 horas la empresa ha confirmado que había finalizado la recogida del queroseno.
Las barreras de contención desplegadas en la zona se mantendrán por precaución al menos hasta mañana.
Protección Civil mantiene activada todavía la prealerta del plan de especial de emergencias por contaminación de las aguas marinas de Catalunya (CAMCAT), mientras que hacia las 14.15 horas ha desactivado la alerta del plan de emergencia exterior del sector químico (Plasqcat).
Peligro del queroseno
El queroseno es comúnmente utilizado en aviación y calefacción. Es altamente inflamable y puede ser perjudicial para el medioambiente.
En el mar, un derrame de queroseno puede afectar gravemente la fauna y la flora marina, ya que contamina el agua, dificulta la oxigenación y puede intoxicar a peces y aves marinas.
Además, su lenta evaporación y dispersión complican su limpieza, aumentando el riesgo de daños a largo plazo en los ecosistemas acuáticos.