La Casa Vermella, una finca modernista en el Camp de l'Arpa / INMA SANTOS HERRERA
El barrio tradicionalmente humilde que se ha convertido en uno de los más caros para alquilar en Barcelona: se resistió al plan Cerdà
El precio del arriendo experimentó un aumento de cerca del 30% en la zona el pasado año 2024
Las macropanaderías asedian el centro de El Clot de Barcelona
Nada escapa a la gentrificación. Y menos en las grandes ciudades europeas. Siendo Barcelona uno de los polos turísticos de primer nivel del Viejo Continente, los cambios en sus calles son tan constantes como, quizá incluso, inevitables.
Los cambios que trae la gentrificación no son iguales en todos los barrios. No obstante, es en los barrios humildes, de clase obrera, donde más impactan y se hacen notar.
Precios disparados
En la capital catalana, desafortunadamente, hay barrios en los que, a causa de este fenómeno, el precio de la vivienda se ha disparado hasta tal punto que compiten con la zona alta. Es el caso de El Camp de l'Arpa del Clot.
Ubicado en el distrito de Sant Martí, este barrio registró un incremento anual del 27,9%, situándose como el de mayor subida en toda la ciudad en el precio del alquiler, según datos de diciembre de 2024.
Tramo de la calle de Rogent de Barcelona
Desde el punto de vista urbanístico, el Camp de l’Arpa se resistió al plan del Eixample de Ildefons Cerdà aprobado en 1859. Los intereses de los propietarios y la oposición de los miembros del Consistorio hicieron que la mayor parte de las aperturas de las calles nuevas se interrumpieran al llegar al barrio. Por eso, las calles de Còrsega, del Roselló y de Provença mueren a la altura del trazado de la calle de Rogent.
Este fenómeno refleja una tendencia más amplia en la ciudad, donde barrios con precios históricamente más bajos están experimentando aumentos significativos.
Dos vecinos pasean por el Camp de l'Arpa del Clot / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
Por ejemplo, en el distrito de Nou Barris, el precio medio de la vivienda alcanzó los 2.864 €/m², con un incremento del 5% respecto al año anterior.
Estos cambios están transformando el panorama inmobiliario de Barcelona, haciendo que barrios anteriormente considerados más accesibles se conviertan en zonas de alta demanda y, consecuentemente, de precios más elevados.