Insólita despedida de soltero en Barcelona: atado a un árbol con papel film y pidiendo dinero en plena calle
Insólita despedida de soltero en Barcelona: atado a un árbol con papel film y pidiendo dinero en plena calle
El reto era sencillo: permanecer inmóvil, atado al árbol, mientras pedía donaciones a los transeúntes que pasaban por la calle
Barcelona ha sido testigo este fin de semana de una escena tan surrealista como propia de una despedida de soltero: un joven apareció atado a un árbol con varias capas de papel film transparente, en plena vía pública, mientras pedía dinero a los transeúntes como parte de un reto impuesto por sus amigos.
La imagen, registrada por la cámara de los móviles y viralizada en redes sociales en cuestión de horas, muestra al protagonista inmovilizado y con cartel improvisado, convertido en espectáculo improvisado en una calle del centro de la ciudad.
El reto, simple: debía permanecer allí, sin moverse, solicitando donaciones a quienes pasaran a su lado.
Momento cómico para el novio
El episodio tuvo lugar a plena luz del día y duró apenas veinte minutos, según fuentes presenciales. El grupo de amigos, organizadores de la despedida, abandonó el lugar tras completar el reto y dirigirse a otro local de ocio.
Según han explicado, el objetivo no era más que hacer pasar un momento cómico y algo embarazoso al futuro esposo, que acabó recaudando 9 euros en metálico, aunque inicialmente querían que consiguiera 50.
Polémica
El caso se suma a una larga lista de despedidas de soltero cada vez más performativas, muchas de ellas desarrolladas en espacios públicos sin planificación ni autorización.
Aunque en este caso no hubo incidentes, algunos usuarios de las redes sociales se han quejado del uso creciente del espacio urbano como escenario de este tipo de actos, que si bien tienen una vertiente lúdica, pueden chocar con la convivencia vecinal o alterar el orden público.
Barcelona, como otras grandes ciudades europeas, ha experimentado un aumento de celebraciones de este tipo con el auge del turismo festivo. Pese a los detractores, los amigos del novio han asegurado que el chico se lo pasó bien.
La escena del novio envuelto como un bocadillo humano ha provocado todo tipo de reacciones: desde la risa generalizada hasta el reproche de quienes consideran que estas acciones deberían restringirse o al menos regularse con mayor firmeza.
Mientras tanto, el protagonista puede presumir de haber cumplido con creces una de las pruebas más peculiares del camino al altar.