
Personas paseando por la calle en plena ola de calor
Noches tórridas e infernales en Barcelona: ¿Cuándo bajarán las temperaturas?
El calor de estas últimas noches se alargará hasta la primera semana de julio. Mínimas tórridas, propias de pleno verano, van sumando récords por altas temperaturas
El increíble fenómeno visual que deja ver la Costa Brava desde Barcelona: solo durante dos días al año
Barcelona va dejando atrás uno de los meses de junio más calurosos de su historia. Valores, sin duda, propios de la canícula, ese período del año entre finales de julio y principios de agosto en el que las temperaturas son más elevadas.
Para hacernos una idea de los valores extremos que se están dando, la temperatura que hay por la noche es la que debería haber durante el día, teniendo en cuenta registros propios para esta época del año.
Un concepto que nos permite observar cuán extraordinario es el calor que hace es el percentil. Y es que los percentiles que estamos experimentando son de entre 95 y 99. ¿Qué significa esto?
Estamos experimentando una situación donde la temperatura está por encima del 95-99% de los registros históricos de esa misma época en dicha estación meteorológica.

Percentiles 2025, destacando el mes de junio
Cuanto más alto es el valor de un percentil, como el de este junio, significa que las temperaturas están siendo más altas que los datos térmicos históricos registrados en los últimos 30 años en la ciudad de Barcelona.
Noches tórridas y tropicales
Se han dado ya 27 noches con temperaturas superiores a 20 °C, es decir, noches tropicales. Como referencia, el pasado año 2024 sumaron 88, por lo que, en lo poco que llevamos de verano, ya se han superado en una cuarta parte respecto a datos del año pasado.

Mapa de calor en Barcelona y cercanías
A estas cifras hay que sumarle valores aún más extremos. Ya son seis las noches tórridas, es decir, noches en las que el termómetro no ha bajado de los 25 °C. La media de este tipo de jornadas en todo el verano es de 20 noches.
¿A qué se debe estas noches tórridas?
Este calor nocturno, que desde el pasado 18 de junio se ha ido intensificando de manera progresiva en Barcelona, se debe a dos factores principales: un anticiclón con bloqueo de dorsal subtropical, estancado desde hace semanas, y unos vientos recalentados que soplan de tierra hacia un mar, trasladando el calor del interior de Catalunya hacia la costa.
Un anticiclón, que por definición es una zona de altas presiones, suele traer consigo cielos despejados y estabilidad. Ahora bien, en este caso hablamos de un anticiclón fortalecido por la dorsal subtropical con calor procedente del norte de África.
Esta dorsal impide la llegada de frentes frescos del Atlántico, atrapando el calor acumulado día tras día.

Situación de Omega de la dorsal africana
No solo su origen Sahariano provoca estas temperaturas excepcionales. Tras semanas de estancamiento de dicho anticiclón, la superficie terrestre se calienta cada vez más durante el día e irradia al ambiente ese calor almacenado durante la noche, impidiendo el enfriamiento nocturno del aire.
Además, los vientos de Garbí (suroeste) y de Ponent (oeste) empeoran la situación. Si bien es cierto que durante el día la brisa marítima y el efecto termorregulador del Mediterráneo hacen que las temperaturas en la ciudad no alcancen valores tan elevados, durante la noche, el viento de tierra a mar arrastra el calor acumulado durante el día, trasladándolo desde el interior hacia la costa, y dejando valores mínimos sofocantes de más de 25 °C.