
La Caseta del Migdia de Montjuïc
Las terrazas más tranquilas (y con sombra) para sobrevivir al verano en Barcelona
Aquí va una recopilación de cinco oasis urbanos donde tomarse algo sin morir de calor (ni pelear por una mesa)
El verano en Barcelona aprieta y las terrazas abarrotadas, al sol y sin aire, pueden convertirse en una pequeña tortura.
Pero la ciudad aún esconde rincones donde refugiarse del calor y disfrutar de una bebida fresca en paz.
Aquí van cinco terrazas tranquilas, con sombra y sin multitudes, perfectas para un domingo por la tarde o un lunes con ganas de pausa.
Jardí del Alma (Eixample)
Ubicada en el interior del Hotel Alma, esta terraza-jardín es uno de los secretos mejor guardados de l’Eixample.
Rodeada de vegetación, ofrece sombra natural, sofás cómodos y ambiente relajado. Ideal para un vermut largo o un café con libro. Es más caro que la media, pero el entorno lo compensa.

Terraza del Jardí del Alma
Bar Jardí (Raval)
Este clásico del Raval está escondido entre librerías y patios interiores. Bajo los árboles, con sombra natural, cervezas frías y ventiladores si aprieta el calor, el Bar Jardí sigue siendo un lugar perfecto para una tarde tranquila en el centro sin sentirte en medio del caos.
Terraza del CCCB (Raval)
No es un bar, pero sí un remanso de paz. La terraza interior del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona está abierta al público y es perfecta para hacer un parón sin consumo obligatorio.
Hay bancos, sombra y, a veces, exposiciones que puedes visitar después.
Cafè d’Estiu (Gòtic)
En el claustro del Museu Frederic Marès se esconde uno de los cafés más tranquilos del barrio Gòtic.
El Cafè d’Estiu ofrece mesas bajo los arcos, silencio absoluto y sombra permanente. Una joya para merendar sin estrés, leer o conversar sin ruido alrededor.

El Cafè d’Estiu en el Gòtic
La Caseta del Migdia (Montjuïc)
Ideal para escapar del asfalto. Rodeada de pinos y con vistas al mar, esta terraza de Montjuïc funciona como chiringuito de verano con comida informal, música suave y bancos de madera. Mucha sombra natural y brisa incluso en los días más calurosos.
Si buscas huir del bullicio este domingo o lunes, estas terrazas son la mejor excusa para regalarte una pausa y reconectar con una Barcelona más lenta y menos turística.
Porque el verano también se sobrevive a la sombra.