Montaje de Loquillo con Barcelona de fondo

Montaje de Loquillo con Barcelona de fondo Montaje Metrópoli

Vivir en Barcelona

La declaración más sincera de Loquillo sobre Barcelona: "Esa ciudad desapareció, y yo con ella"

El artista del Clot lamenta la “decadencia” de la capital catalana, que comenzó con los Juegos Olímpicos, hasta volverse una completa desconocida

Más información: El mejor bocadillo se come en esta famosa heladería, según Marc Giró: "Llego antes de que vayan los turistas a hacer cola"

Leer en Catalán
Publicada

Noticias relacionadas

Pocas figuras del rock español han estado tan íntimamente ligadas a una ciudad como Loquillo lo ha estado a Barcelona. Desde sus inicios en los barrios del Clot y El Raval hasta llenar el Liceo en 2024, la capital catalana ha sido su escenario vital, su musa, su campo de batalla.

Sin embargo, tras casi cinco décadas de carrera, el cantante lanza una declaración tan cruda como nostálgica en una entrevista para El Mundo: “Barcelona entró en decadencia tras los Juegos. Esa ciudad desapareció, y yo con ella.”

No es una pose ni una provocación. Es la confesión más íntima de un artista que ha vivido la transformación -y la pérdida- de la ciudad que le vio nacer y crecer como persona y como icono generacional.

El cantante Loquillo en una imagen de archivo

El cantante Loquillo en una imagen de archivo

Del Tabú al Liceo: 46 años de carrera

En 1978, Loquillo tocaba en el cabaret Tabú en el barrio del Raval, cuando todavía era conocido como el barrio chino de la ciudad, ante marines americanos y gente de los bajos fondos.

No fue hasta el año pasado que el artista barcelonés cruzó la alfombra del Gran Teatre del Liceu como cabeza de cartel.

Entre ambos puntos hay apenas 220 pasos, pero también 46 años de vida. Para muchos, Loquillo es el último clásico y él ha sabido plasmar en su último libro su legado.

En Paseo de Gracia no hay mitificación ni nostalgia vacía, hay una herida abierta: la Barcelona desaparecida que él mismo enterró con su marcha.

"Sólo quedan cenizas"

En su novela, Loquillo recorre su juventud barcelonesa como un médium de sí mismo, conectando con un tiempo y una ciudad que ya no existen.

Aquella Barcelona era su universo: marginal, transgresora, libre. Un mundo donde convivían el rock, la heroína, la libertad sexual y una efervescencia cultural única.

“Vimos a gente siendo libre y nos acostumbramos a ser libres también”, explica el artista en la entrevista.

Pero todo cambió. Ahora, solo quedan "cenizas" de aquella ciudad que recuerda el artista. “La ciudad que había alumbrado los Juegos fue de decadencia en decadencia. En mi libro no hay nostalgia, sino memoria", asevera.

Bandera de los Juegos Olímpicos

Bandera de los Juegos Olímpicos EUROPA PRESS

Barcelona como paraíso perdido

Loquillo no es el único artista que ha lamentado la transformación de Barcelona en las últimas décadas, aunque sí de los que más lo ha verbalizado: “Era el final de una época. La ciudad se fue... y yo con ella.”

Paseo de Gracia es la última obra publicada por el artista del Clot, que fotografía la desconocida ciudad que encontró en 2014, cuando volvió por el fallecimiento de su madre.