¿Qué es la candidiasis y por qué es más frecuente en verano?

La candidiasis, conocida en el ámbito médico como vulvovaginitis candidiásica, es una inflamación que afecta a la vagina y la vulva, causada por la proliferación excesiva del hongo Candida. Este microorganismo forma parte del ecosistema habitual del cuerpo humano, coexistiendo en equilibrio con el resto de flora vaginal. No obstante, cuando ese frágil equilibrio se rompe, su crecimiento se descontrola y desemboca en una infección tan molesta como frecuente.

“Se estima que tres de cada cuatro mujeres experimentarán candidiasis al menos una vez en su vida, y muchas de ellas sufrirán episodios recurrentes”, explica el doctor Guillem Cabero Riera, Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Quirónsalud Barcelona.

Aunque no suele representar un peligro grave para la salud general, las molestias que provoca no son menores: picor intenso, flujo espeso y blanquecino, molestia al orinar, hinchazón vulvar e incluso dolor durante las relaciones sexuales.

Factores desencadenantes

Entre las causas que pueden propiciar un brote de candidiasis destaca un sistema inmunitario debilitado, una higiene íntima excesiva o incorrecta, el uso prolongado de antibióticos –que alteran la flora vaginal protectora. Por otro lado enfermedades metabólicas mal controladas como p.e. la diabetes, o en su defecto la resistencia a la insulina por sobrepeso,  pueden ser causa de brotes repetidos  por niveles anormalmente alros de azúcar en sangre. Una dieta baja en azúcares simples es imprescindible para limitar las recaídas, advierte el doctor Cabero.

Uno de los factores predisponentes más habitual es el uso de anticonceptivos hormonales. El uso crònico de los mismos, en algunas mujeres, puede producir una atrofia de la mucosa vaginal y alterar el pH vaginal normal que condiciona el correcto equilibrio de su micorobiota vaginal.

Otras causas implicadas puede ser el uso de la ropa ajustada, perfumes, salvaslips, rasuración vulvar...

Verano, su temporada alta

El aumento de casos en verano no es casual. Esta época del año reúne múltiples condiciones que favorecen la proliferación de Candida. Calor y humedad convierten las zonas íntimas en un entorno perfecto para los hongos.

“Los bañadores húmedos, el sudor y la ropa ceñida crean un microclima ideal para el desarrollo de infecciones vaginales por hongos”, comenta el especialista.

Cómo prevenir sin renunciar al verano

Para evitar que la candidiasis arruine tus días de descanso, los expertos recomiendan medidas sencillas pero efectivas: ropa interior de algodón, cambiarse tras el baño, evitar prendas ceñidas y usar jabones neutros.

“La prevención pasa por mantener una higiene adecuada sin excesos, una buena hidratación, y cuidar la dieta, sobre todo en verano”, aconseja el especialista. Además, el uso de probióticos puede ser útil, especialmente en mujeres con antecedentes de candidiasis recurrente o tras tratamientos con antibióticos.

Opciones terapéuticas eficaces

Cuando la candidiasis aparece como un episodio puntual, se recurre normalmente a òvulo o comprimidos orales.

La duración del tratamiento dependerá del número de infecciones anuales.

La candidasis crónica obliga a un tratamiento mucho más prolongado. Es imprescindible el cultivo del mismo y un fungigrama para detectar esas cándidas resistentes a los tratamientos habituales; el uso de probióticos en estos casos sería también importante.

Como novedades al respecto, hoy en día los especialistas cuentan con la ayuda del láser vaginal fraccionado de CO2, que ayuda a restaurar el equilibrio local y prevenir nuevas infecciones: "Su efecto és termico y también aumenta el grosor de la mucosa vaginal, mejorando las condiciones locales al conseguir mejorar el pH vaginal" , concluye el ginecólogo.