Barcelona vuelve a situarse en el centro del debate sobre la seguridad vial. Un nuevo informe de la Fundación Línea Directa, elaborado a partir de datos de la DGT (Base ARENA), revela que la capital catalana tiene la calle de España donde se concentran más accidentes.
La siniestralidad en Barcelona ha sido motivo de debate en numerosas ocasiones. Por las carreteras y vías de la ciudad pasan miles de coches y motos cada día, lo que genera situaciones de atascos y peligro, que, en ocasiones, derivan en accidentes.
En este caso, el estudio señala que Gran Via de les Corts Catalanes es la vía urbana española con mayor concentración de accidentes mortales de peatones en la última década.
Siniestralidad
Con ocho fallecidos entre 2014 y 2023, supera a arterias emblemáticas de Madrid como la Calle Alcalá y el Paseo de la Castellana, ambas con cuatro muertes registradas.
Gran Via en una imagen de archivo
El estudio, titulado #CaminarSeguros. Accidentalidad y riesgos de los peatones en España, pone el foco en un problema creciente: la vulnerabilidad del peatón en entornos urbanos.
En los últimos diez años, casi 3.500 personas han perdido la vida al ser atropelladas en España, lo que representa un 20,4% del total de fallecidos en accidentes de tráfico. Además, se han contabilizado más de 124.000 siniestros con peatones implicados y 130.000 heridos, de los cuales 17.000 necesitaron hospitalización.
Barcelona, epicentro de la siniestralidad urbana
La Gran Via de les Corts Catalanes, una de las arterias más transitadas de la capital catalana, combina una alta densidad de tráfico, múltiples carriles y una intensa actividad comercial y peatonal.
Además se trata de una de las avenidas más largas de España. Con más de 13 kilómetros de recorrido, atraviesa la ciudad de oeste a este, desde la plaza de Les Glòries Catalanes hasta los límites con L’Hospitalet de Llobregat, conectando barrios densamente poblados como l’Eixample, Sants-Montjuïc y Sant Martí.
Tráfico en la Gran Via
A lo largo de su trazado combina zonas residenciales, ejes comerciales, carriles bus, pasos de peatones muy transitados y accesos a vías rápidas, lo que genera una elevada interacción entre vehículos y peatones.
El informe también destaca que la M-30, pese a ser considerada una vía urbana, acumuló siete atropellos mortales en el mismo periodo, confirmando que las grandes circunvalaciones tampoco son ajenas a la tragedia.
El comportamiento del peatón
Más allá de la infraestructura, el estudio profundiza en el comportamiento de los propios peatones, que dejando de lado las posibles temeridades de los conductores, puede explicar también los accidentes. Una encuesta nacional a 1.700 personas revela datos alarmantes:
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El 35% admite cruzar por lugares prohibidos.
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El 57% utiliza el móvil mientras camina, y un 37% lo hace incluso al cruzar la calle.
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Además, un 37% reconoce caminar por la calzada en lugar de la acera con cierta frecuencia.
Estas conductas de riesgo se suman a otro dato inquietante: el 41% de los peatones fallecidos dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, según el Instituto Nacional de Toxicología.
Gran Via de les Corts Catalanes con paseo de Gràcia
Falta control y educación vial
El informe #CaminarSeguros también refleja un sentimiento generalizado de falta de vigilancia y desigualdad en la aplicación de las normas.
El 78% de los encuestados considera que las autoridades vigilan poco las conductas de los peatones, y un 76% cree que las sanciones son mucho más duras para los conductores.
Asimismo, el 62% opina que los coches no respetan los pasos de peatones, mientras que los vehículos de movilidad personal (patinetes y bicicletas eléctricas) son los peor valorados por su comportamiento.
Propuestas para una movilidad más segura
Ante este panorama, los ciudadanos encuestados proponen mayor presión sancionadora sobre los peatones infractores, más formación en colegios e institutos y campañas de concienciación dirigidas a todos los usuarios de la vía, incluidos los conductores.
La Fundación Línea Directa subraya que, pese a la reducción de los límites de velocidad en 2021, la siniestralidad peatonal no ha disminuido significativamente. Por ello, reclaman un enfoque integral que combine infraestructura segura, educación vial y control efectivo.
El incremento del tráfico, la irrupción de nuevos vehículos de movilidad personal y el uso del móvil han convertido las calles españolas en escenarios cada vez más complejos. Y mientras Barcelona encabeza las cifras negras, el informe alerta de que caminar sigue siendo peligroso en demasiadas ciudades.
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