Imagen de archivo del pueblo 'Cervantes'

Imagen de archivo del pueblo 'Cervantes' Google Street View

Vivir en Barcelona

El sorprendente pueblo de Australia que tiene una avenida llamada 'Barcelona': tiene nombre español y guiños directos a Catalunya

El lugar, con menos de 500 habitantes, no nació con intención ibérica. Sin embargo, su nombre y su estética han terminado construyendo una identidad peculiar que mezcla la tranquilidad australiana con una sorprendente melodía española en cada esquina

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A 200 kilómetros al norte de Perth, entre dunas doradas y aroma a océano, existe un rincón que parece jugar a la confusión geográfica. Allí puedes pasear por Madrid Street, doblar por Barcelona Avenue y acabar descansando en Valencia Square, como si te hubieras teletransportado a la península.

Pero no: estás en Cervantes, un pequeño pueblo costero de Australia Occidental fundado en los años 60 y lleno de guiños inesperados a la cultura española.

Pueblo Cervantes en imagen de Google Street View

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El lugar, con menos de 500 habitantes, no nació con intención ibérica. Sin embargo, su nombre y su estética han terminado construyendo una identidad peculiar que mezcla la tranquilidad australiana con una sorprendente melodía española en cada esquina.

El origen del nombre: una confusión con sabor a mar

La historia se remonta a 1844, cuando el barco ballenero estadounidense Cervantes —sin relación confirmada con Miguel de Cervantes— naufragó frente a una costa entonces inhóspita.

Tres años después, Joshua William Gregory bautizó la zona con el nombre del barco hundido, iniciando sin querer una cadena de malentendidos históricos.

La embarcación, que navegaba en busca del valioso aceite de ballena, quedó atrapada por los fuertes vientos del invierno austral y encalló sin posibilidad de reparación debido a su aislamiento respecto a las poblaciones de Perth y Fremantle.

El pecio que moldeó un destino

Décadas más tarde, en 1969, el pecio fue identificado por el Museo de Australia Occidental, revelando restos como conchas de Pinctada maxima. En su día, el casco y los aparejos se subastaron por apenas 155 libras, mientras que la tripulación tuvo que caminar durante días para buscar ayuda; uno de ellos falleció en el trayecto.

Costa del pueblo Cervantes de Australia

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Aquella tragedia marítima terminó sirviendo de base para el futuro asentamiento. Los supervivientes se quedaron en la región, sembrando sin saberlo el primer capítulo de la insólita conexión entre un barco estadounidense y el escritor español más universal.

Cuando Australia creyó que Cervantes era “Cervantes”

Al fundarse oficialmente el pueblo en los años 60 como una comunidad pesquera especializada en la langosta, las autoridades asumieron —de forma errónea— que el nombre homenajeaba al autor de El Quijote. Y así empezó la estética hispana: calles, avenidas y espacios públicos bautizados con referencias españolas.

Aunque no hay ninguna evidencia de que el barco llevara ese nombre en honor al escritor, el malentendido fue suficiente para que la nueva localidad adoptara un marcado aire español que a día de hoy sigue definiendo su personalidad.

Un paseo español en plena Australia

Hoy, quien recorre Cervantes se encuentra con vías como Valencia Street, Talavera Way, Seville Place, Cordoba Avenue o Aragon Road. A eso se suman parques, comercios y hasta esculturas de Don Quijote y Sancho Panza dando la bienvenida a los visitantes en la entrada del pueblo.

A 14.471 kilómetros de la Puerta del Sol, Cervantes vive tranquilo, abrazado por el mar, la pesca y un encanto que mezcla lo australiano con lo español en proporciones tan inesperadas como entrañables.

Los Pináculos: un desierto de otro planeta

Más allá del anecdotario histórico, Cervantes es un enclave de gran valor natural. A solo 17 kilómetros se extiende el desierto de los Pináculos, dentro del Parque Nacional Nambung: miles de columnas de piedra caliza emergen de la arena como si formaran un bosque petrificado, creando un paisaje tan extraño que parece de ciencia ficción.

Captura de pantalla de Google Street View

Captura de pantalla de Google Street View Street View

Estas formaciones, moldeadas durante millones de años por el viento y la erosión —al estilo del Torcal de Antequera, pero en versión austral—, convierten el lugar en uno de los escenarios geológicos más impactantes del país.

Los fósiles que respiran: los estromatolitos de Lake Thetis

A pocos kilómetros, el lago Thetis guarda un tesoro aún más antiguo: estromatolitos, los fósiles vivientes más viejos del planeta. Estos organismos —los primeros en generar oxígeno en la atmósfera terrestre— ofrecen al visitante un vistazo directo a los orígenes de la vida hace miles de millones de años.

Entre desiertos surrealistas, fósiles ancestrales y una inesperada colección de calles españolas, Cervantes es un pequeño punto en el mapa australiano que demuestra que la historia, a veces, escribe sus mejores giros por accidente.