El chef barcelonés Jordi Cruz presentando un plato

El chef barcelonés Jordi Cruz presentando un plato

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Jordi Cruz (47 años), chef estrella Michelin: “Entré de camarero con 16 en un restaurante y en cuatro años me nombraron jefe de cocina”

En una ciudad que huele a mar y modernismo, el chef ha sido testigo directo de la transformación gastronómica del Eixample, Gràcia o el Born, barrios donde la cocina se ha convertido en emoción y relato cultural

Otras noticias: El lujoso chalet de Jordi Cruz en Barcelona: diseño contemporáneo con dos cocinas y terraza panorámica

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Jordi Cruz llevaba razón cuando, en una reciente conversación con el creador de contenido Borja Iglesias, recordó entre risas sus comienzos: “Entré de camarero con 16 en un restaurante y en cuatro años me nombraron jefe de cocina”. Una declaración que describe no solo una anécdota, sino el ritmo imparable de una carrera que, décadas después, lo ha convertido en uno de los cocineros más influyentes de España.

Jordi Cruz en Fòrum 2016

Jordi Cruz en Fòrum 2016

A sus 47 años, el chef barcelonés —triple estrella Michelin en ABaC y rostro imprescindible de MasterChef— continúa reivindicando el valor del trabajo precoz, la disciplina y la pasión por los fogones. Su historia personal es tan intensa como la revolución culinaria que vive su ciudad natal, una Barcelona donde tradición y vanguardia se mezclan en cada esquina.

Barcelona, el escenario que lo vio crecer

En una ciudad que huele a mar y modernismo, Cruz ha sido testigo directo de la transformación gastronómica del Eixample, Gràcia o el Born, barrios donde la cocina se ha convertido en emoción y relato cultural. Entre esos templos culinarios que definen la Barcelona moderna, hay uno que él no duda en señalar como referencia absoluta.

Durante la entrevista, el chef confesó: “Un restaurante que digas ‘qué tíos más superdotados, qué animales, qué brutos’: Disfrutar”. Una elección rotunda para quien conoce como pocos los secretos y la exigencia de la alta cocina.

“Son los herederos tranquilos de El Bulli”

La admiración de Cruz hacia Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch no es casual. Los tres cocineros, formados en el mítico El Bulli, han construido con Disfrutar un legado que combina genialidad y serenidad. Para el chef barcelonés, ellos representan un equilibrio perfecto entre creatividad y coherencia.

“Son los herederos tranquilos de El Bulli. Siguen haciendo lo mismo, pero sin exigirse esa animalada”, comentó. Sus palabras reflejan el reconocimiento hacia quienes han logrado mantener viva la esencia bulliniana sin caer en la presión desmesurada de la época más experimental.

Disfrutar: de la libertad a la cima mundial

Lo que nació en 2014 como un proyecto sin grandes pretensiones, hoy es un fenómeno global. Disfrutar fue nombrado el mejor restaurante del mundo por The World’s 50 Best Restaurants en 2024 y consolidado por la Guía Michelin con su tercera estrella.

En su local de la calle Villarroel, los chefs ofrecen dos menús degustación —Classic y Festival— que combinan técnica, estética y emoción. Platos como el Pesto multiesférico o sus creaciones estacionales convierten cada visita en una experiencia sensorial irrepetible.

Disfrutar

Disfrutar SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Para Cruz, este espacio es mucho más que un restaurante: es una muestra viva del legado de Ferran Adrià, reinterpretado desde la calma, la madurez y el puro disfrute.

Un chef de élite con un hogar a su medida

Lejos de los focos y del bullicio gastronómico, Cruz ha encontrado otro lugar donde cultivar su creatividad: su hogar. En una casa moderna de dos plantas, que comparte con su mujer, la arquitecta Rebecca Lima, y su hijo, el chef ha diseñado un entorno funcional y elegante donde las ideas pueden fluir.

La vivienda cuenta con dos cocinas: una, sobria y práctica para el día a día; la otra, pulida, profesional y equipada para grabar contenido culinario a nivel de estudio. Un santuario donde Cruz combina vida familiar, trabajo y placer gastronómico.

Estilo minimalista y vistas de infarto

En el interior, predominan líneas rectas, tonos neutros y materiales naturales. El salón, dominado por madera y cristal, respira equilibrio. La luz natural envuelve cada estancia, conectando el interior con un jardín que actúa como refugio verde.

La planta superior recoge las habitaciones familiares, decoradas con calidez y sobriedad, mientras que la joya de la casa se encuentra al aire libre: una terraza con vistas panorámicas de Barcelona, diseñada para largas sobremesas y cenas bajo las estrellas.

Un chef que sigue marcando camino

Desde aquel adolescente de 16 años que entró como camarero hasta el chef que hoy acumula estrellas Michelin, seguidores y respeto internacional, Jordi Cruz no deja de evolucionar. Su historia mezcla esfuerzo, talento y una pasión inagotable por la cocina.

Jordi Cruz, en una imagen de archivo / TVE

Jordi Cruz, en una imagen de archivo / TVE

Y aunque su trayectoria lo ha llevado a lo más alto, sigue encontrando inspiración en los fogones de otros: admirando, analizando y aplaudiendo a quienes, como é,  han hecho de la gastronomía una forma de vida.