Cristina Riera y Rafa Serra reabren la histórica librería Sant Jordi de Barcelona
La histórica librería Sant Jordi sobrevive al cierre y reabre con un espacio gastronómico en la trastienda
El fundador de Temps d'Oci, Rafa Serra, ha rescatado el negocio que estaba al borde del cierre y lo ha reformado con una propuesta única
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Ha llegado el día. Después de que Barcelona se volcara el año pasado con Cristina, la dueña de la Librería Sant Jordi, que ha luchado por mantener el negocio de su difunto marido vivo, el emblemático negocio ha reabierto las puertas este miércoles, 10 de diciembre, de la mano de Rafa Serra.
"Hoy recuperamos una de las librerías más bonitas de Barcelona. Y lo hacemos a partir de un proyecto con tres ramas: la librería; el espacio gastronómico, a cargo de la emblemática bodega del barrio, La Palma; y la licencia de cultura viva que nos ha concedido el Ayuntamiento", ha destacado Serra, también fundador de la empresa de viajes Temps D'Oci.
Desde las 17:00 hasta las 21:00 horas, decenas de escritores, prescriptores culturales, figuras del sector editorial, políticos, lectores y vecinos han visitado la nueva librería Sant Jordi en su primer día.
Gastronomía en la trastienda
El conocido local de la calle Ferran, número 41, ha revivido con una nueva propuesta cultural y gastronómica: es una librería tradicional y un pequeño restaurante a la vez, este último ubicado en la trastienda, que abrirá todos los días de 11:30 a 23:30 horas, con necesidad de reserva previa.
La Bodega La Palma, histórica en el barrio, es la que se encargará de preparar el aperitivo y ofrecer a los clientes una carta elaborada con productos de proximidad. Además, habrá una selección de vinos catalanes.
Visitantes en la nueva librería Sant Jordi de Barcelona
Una apertura clave
La reapertura de la Sant Jordi llega en un momento relevante para el sector del libro en Cataluña.
De las 268 editoriales activas, 156 son pequeñas empresas, una red frágil que necesita espacios de prescripción y proximidad para mantener su sostenibilidad.
A pesar de la digitalización y la presencia de plataformas globales, las librerías siguen siendo el principal canal de venta, donde los lectores tienen ese espacio para descubrir novedades, recibir recomendaciones especializadas y mantener un vínculo emocional con la lectura.
En este sentido, Serra ha demostrado su compromiso para con el comercio de barrio, pues también rescató del cierre la librería Quera, ahora transformada en el Espai Quera.