La futura Línea 9 del metro de Barcelona entra en la fase más decisiva de su construcción tras años de retrasos y ajustes en el proyecto.
Con casi 50 kilómetros de longitud y 50 estaciones, esta línea se convertirá en la más larga de la red metropolitana, conectando buena parte de la ciudad y su área metropolitana, y consolidándose como la columna vertebral del transporte subterráneo barcelonés.
Actualmente, la red de metro cuenta con ocho líneas operativas, mientras que la L9 y la L10 continúan funcionando únicamente por tramos, tanto en el norte como en el sur, debido a que el tramo central aún está en construcción.
La tuneladora, que alcanzó Mandri en 2024, tuvo que detenerse temporalmente para adaptarse al tipo de suelo entre Mandri y Lesseps, que combinaba granito, pizarra y arcilla. La Generalitat anunció que los trabajos se reanudaron este otoño, con la intención de completar los últimos 1,6 kilómetros antes del verano de 2026, con un avance estimado de 130 metros al mes gracias a la maquinaria especializada.
Túnel de las obras de la L9 en la futura estación Camp Nou
Apertura progresiva de estaciones clave
Una de las novedades más esperadas de este proyecto es la puesta en servicio de cuatro estaciones clave: Guinardó – Hospital Sant Pau, Plaça de Maragall, La Sagrera y La Sagrera – TAV.
Estas paradas permitirán conectar directamente la L9 Nord con la L10 Sud, enlazando Can Zam (Santa Coloma) con Gorg (Badalona) a través de un tramo de 3,6 kilómetros. La apertura de estas estaciones está prevista para 2027, marcando así el primer gran salto operativo de la línea en más de una década.
El cronograma de la Generalitat y del Ayuntamiento contempla la apertura gradual de estaciones a lo largo de los próximos años.
Para 2030 se espera la puesta en marcha de Lesseps y Camp Nou, mientras que 2031 verá finalizadas las estaciones de Campus Nord, Sarrià, Mandri y Sanllehy. Finalmente, la línea quedará completa en 2032 con la inauguración de Manuel Girona y El Putxet. Una vez finalizada, la L9/L10 contará con 50 estaciones y 17 intercambiadores, y se calcula que moverá 113 millones de pasajeros al año.
La L9 Sud del metro de Barcelona en una imagen de archivo
Conectividad y beneficios para la ciudad
Cuando la línea esté operativa en su totalidad, ofrecerá conexiones directas con puntos estratégicos de la ciudad, como el Aeropuerto, el Camp Nou, el Hospital Sant Pau, Sarrià y los nuevos desarrollos del norte de Barcelona.
Esto no solo mejorará la movilidad urbana, sino que también convertirá la L9 en una de las líneas de metro subterráneas más largas de Europa, ofreciendo a los usuarios una alternativa eficiente para desplazarse a lo largo de toda la ciudad y su periferia.
El proyecto ha sido complejo debido a la geografía diversa de Barcelona y a los ajustes técnicos necesarios para completar los túneles. Sin embargo, con la reactivación de la tuneladora y la planificación de fases escalonadas, las autoridades confían en que la L9 transformará la red de transporte, facilitando la conexión entre barrios, municipios y puntos neurálgicos de la capital catalana.
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