Cuando no existían las redes sociales ni los medios digitales costaba mucho más coger a un político con una opinión sobre algún tema que fuera contraria o totalmente alejada de otra que hubiera dicho en el pasado. Era aquello de "donde dije digo, digo Diego". Ahora, con Twittter, todo es más fácil y siempre hay alguien dispuesto a sacar los colores a un representante público. Si encima la política es Ada Colau, el interés por dejarla en evidencia se multiplica por 100, por 1.000...
Este miércoles, la comisión de Economía y Hacienda aprobaba la privatización total de Servicios Funerarios de Barcelona. Lo hacía a proposición del gobierno que encabeza Colau con los socialistas y con los votos favorables de todos los partidos de izquierdas. No han pasado ni 24 horas del acuerdo, que tendrá que ser ratificado por el pleno municipal, que las redes han puesto en evidencia a la alcaldesa rescatando un tuit del 27 de febrero de 2019.
Ese día, casi la oposición en pleno, con ERC y PSC a la cabeza, tumbó el enésimo intento de Colau de poner en marcha una funeraria pública. La primera edil estalló y cargó contra socialistas y republicanos por haber privatizado ocho años antes Servicios Funerarios de Barcelona. La líder de Barcelona en Comú se refería a la venta del 36% de la sociedad mixta al Grupo Mémora, controlado por el fondo de inversión Ontario Teachers Pension Plan, en tiempos del alcalde Jordi Hereu. La transacción hizo perder la mayoría al Ayuntamiento en el consejo de administración, que se quedó con un 15% de las participaciones.
En la publicación, Colau sostenía que era "incomprensible e impropio de partidos de izquierda" votar a favor de un fondo de inversión y en contra un servicio público que puede abaratar un 40% los entierros. Un año más tarde, como quien no quiere la cosa, Colau está a un paso de completar la privatización de SFB. Donde dije digo, digo Diego. Y aquí no ha pasado nada.