El arte transdisciplinar es la nueva forma de expresarse. El arte ha evolucionado y el concepto se ha expandido: las formas de crearlo e interpretarlo han cambiado. Una de las artistas que ya ha implementado en sus exposiciones todo tipo de disciplinas es Mireia Sallarès, una catalana amante de México.
La obra Las Muertes Chiquitas de Sallarès es una mezcla de documentales, fotografías, autorelatos, un libro y dos obras de papel picado. El núcleo del proyecto es el documental, una pieza formada por entrevistas y conversaciones con más de 30 mujeres de diferentes regiones de México de diferentes edades, escala social, profesiones y religiones. En el libro que lo complementa, Mireia Sallarès explica cada diálogo en primera persona. El papel picado es el valor añadido a esta exposición: normalmente utilizado en el día de los muertos, fue una de las cosas que, según Sallarès, le fascinó más de México.
El objetivo de esta exposición es mostrar “el resultado de investigaciones sobre experiencias problemáticas sobre cómo cada individuo llega a ser lo que es”. Mireia Sallarès investiga las historias de la vida de las personas y las “reivindica como patrimonio de la humanidad”. Su estudio se fija en mujeres reales y en diferentes colectivos de diferentes países, entre ellos Francia, Estados Unidos, México o Venezuela. A través de su trabajo, la artista pretende hacer reflexionar al espectador sobre conceptos como la verdad, la violencia, el placer, el amor, la memoria o el compromiso político.
En el caso de Las Muertes Chiquitas, Sallès enfoca estos conceptos para incitar a la reflexión sobre “la condición política de ser mujer" desde "el placer, la lucha armada, la transexualidad, la prostitución, la enfermedad, el exilio y el feminicidio”.
El largometraje se proyectará el 26 de mayo en los Cines Zumzeig, en una sesión que tendrá inicio a las 17:00 horas. Un pase audiovisual divididao en dos partes y con una pausa de 30 minutos. La sesión también contará con la presencia de la propia artista Mireia Sallarès y la profesora Shilyh Warren, investigadora feminista de cinemtografía de la universidad de Dallas, Texas.