Brain & Beast ironiza la compra compulsiva en la pasarela de Barcelona
La firma quiso mostrar la realidad de una de las psicopatías más ocultas
7 febrero, 2019 12:22Noticias relacionadas
Brain & Beast siempre sorprende, la marca capitaneada por Ángel Vilda entiende la moda como una forma de expresión. Cada una de sus piezas tiene una visión individual, cada pequeña costura interpreta una idea previamente construida. Durante años, la firma ha ido ganando una legión de seguidores a los que les fascina su visión ingeniosa de la moda y el diseño.
La marca barcelonesa cerró la tercera jornada de la 080 Barcelona Fashion con una apuesta muy atrevida. Ángel Vilda decidió dar la cara por un problema que no suele visibilizar la sociedad, la compra compulsiva. Satisfacer el deseo desenfrenado por comprar sin una necesidad real supone una vía de escape para muchas personas. Esta psicopatía se reporta a un alto grado de comorbilidad, los compradores compulsivos a menudo reúnen criterios de otros trastornos relacionados con la depresión y la baja autoestima. Reconocer esta adicción suele ser complicado y puede suponer un duro golpe para las propias creencias, contra más compramos, más nos vemos obligados a justificar ese hábito realizando más compras.
Ángel Vilda apostó por vestir a sus modelos con diseños que hacen un guiño a algunas de las marcas que más apuestan por la publicidad, con la ingeniosa idea de cambiar los eslóganes por unos mucho más realistas: Tragedy and Co. por Tiffany and Co, Eternal Spring por El Corte Inglés, Happiness por Hermes, Can not por Cannon o No More Tears por Johnson. Todos ellos expresan la cruda mentira que generan las compras: que hacen más feliz a cualquiera.
Modelo desfilando para Brain & Beast / 080 Barcelona Fashion
La ropa con la que desfilaron modelos de todas las edades, llevaba colgando unas grandes etiquetas con el precio, de esta manera el diseñador barcelonés quería demostrar que la ropa que venden tiene un precio elevado por estar hecha totalmente en la ciudad condal. Otro de los aspectos que se hicieron notar encima de la pasarela fue el maquillaje de los modelos, este imitaba morados, cortes, golpes e incluso mutilaciones, con este impactante detalle, Ángel Vilda quiso señalar la actitud violenta de la gente cuando va de rebajas. Los guantes de goma que algunos de los maniquíes llevaban puestos imitaban la manera de 'lavarse las manos' que tienen algunas personas al sentirse mal tras comprar demasiado y las sonrisas de payaso implican lo patético que es sentirse feliz al comprar.
Sin duda ha sido una de las colecciones más divertidas y diferentes que han desfilado en la pasarela de Barcelona. El público no dudó en aplaudir la colección y en señalar a Vilda como uno de los posibles ganadores del concurso de la 080.