Hace pocas horas que se ha celebrado la 91 edición de los premios Oscar, y como cada año la alfombra roja es uno de los momentos que generan más expectación. Aunque los hombres ganan cada día más peso en la cuestión estilística, atreviéndose con colores o nuevas formas, el sector femenino suele ser el ganador.
Este año nos ha dejado looks espectaculares de la mano de Charlize Theron, que acudió irreconocible con una media melena castaña y un Dior en tono celeste; Lady Gaga que se enfundó en un Alexander McQueen negro con salientes, que rendía homenaje a Audrey Hepburn; Amy Adams que lución un corte sirena en tonos plateados de Atelier Versace o Lucy Boynton que sorprendió con un Rodarte satinado en tonos morados y negros.
Los hombres destacaron en su justa medida: Jason Momoa se puso un esmoquin de terciopelo rosa firmado por el recientemente desaparecido Karl Lagerfeld; Rami Malek apareció vestido de Saint Laurent y joyas de Cartier o Diego Luna que acudió a los premios con un bonito esmoquin en azul noche de Brunello Cuccinelli. Pero sin duda uno de ellos fue quién acaparó todas las miradas.
Billy Porter, actor de la serie de HBO Pose, acaparó todos los flashes con su imponente traje aterciopelado firmado por Christian Siriano. El actor que ahora mismo se encuentra en auge tras interpretar la escena Drag en el Nueva York de los años 80, acudió a la cita cinematográfica con un espectacular vestido que simulaba un esmoquin. La parte superior cumplía el protocolo, en cambio a medida que bajabas la mirada te encontrabas con una gran falda sostenida por un imponente cancán que ocupaba gran parte de la alfombra.
Parece que Porter le ha cogido el gusto a eso de acaparar las miradas en las entregas de premios. Es un gran amante de la moda e incluso se ha declarado fan del extravagante diseñador español Palomo Spain, en el que ya han confiado artistas de la talla de Beyoncé y Lady Gaga. En los últimos Globos de Oro sorprendió llevando un traje cargado de apliques brillantes, con capa incluida que recordaba a la de los toreros, y unos mocasines de tacón, una apuesta arriesgada que le llevó a ser imagen de todos los titulares al día siguiente.