Hay historias que producen al mismo tiempo simpatía y algo de vergüenza ajena, que hacen reír pero también dan algo de lástima porque, en realidad, no hay ningún tipo de maldad en un suceso, solo un torpe -y desternillante- error, que puede ser tan pequeño como el hecho de que un angloparlante no entienda lo que es una tilde. Esta historia, que puede verse en Tik Tok escala, a partir de ahí, hasta rozar lo absurdo.
Gabbie Bastin es una mujer de nacionalidad americana que ha pasado su vida viajando. Conocer nuevos lugares es, según comenta, una de sus grandes pasiones, que combina con otra: los tatuajes. Tan es así que ha llegado a vivir en varios países y, de hecho, hacia 2017 estuvo viviendo un tiempo en Barcelona, una ciudad que le dio, comenta, grandes experiencias.
Uno de sus tatuajes, quizá el más grande de su brazo izquierdo, es una frase en español que vio grafiteada frente a una cafetería en la capital catalana. "Las mejores cosas de la vida no son cosas", una hermosa reflexión que le hizo entender que quería pasar su vida viajando. El problema viene cuando habla del segundo tatuaje que se hizo en la metrópolis. Bastin comenta que siempre se quedó maravillada con el nombre de la estación de metro de Besòs Mar, una parada de la L4 o línea amarilla. Le encantaba que la ciudad tuviera una parada que en su idioma significara Sea kisses, o 'besos del mar', por lo que decidió tatuársela.
Lo que probablemente Bastin desconoce es que una tilde puede cambiar por completo el significado de las palabras y que, si bien ella leía 'Besos', 'Besòs' es el nombre del río que marca la frontera de Barcelona, por lo que en realidad, el nombre de la estación es meramente descriptivo porque se encuentra cerca de la desembocadura del Besòs al mar.
Llegados a este punto, solo queda plantearse si lo mejor sería que se enterarade la realidad para que pudiera borrárselo o, sencillamente, no decirle nada para que mantenga en su imaginación una historia sobre Barcelona que es mucho más bonita que la realidad.