Últimas pinceladas en la histórica sede de la Escola Massana
El centro artístico da el relevo a su nuevo edificio en la cercana plaza de la Gardunya con una jornada festiva
14 julio, 2017 18:05Noticias relacionadas
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Carboncillo en mano, alumnos y ex alumnos de la Escola Massana no han querido perderse la última clase de pintura que ha albergado el histórico edificio del Antic Hospital de la Santa Creu. Los caballetes, pupitres, taquillas y talleres vacíos han acentuado el ambiente nostálgico de una jornada, ante todo, festiva, que pretende darle un 'adiós' a la altura a este bastión barcelonés de las artes y los oficios en vía de desaparición. Por eso, además de varios recorridos por las entrañas del laberíntico inmueble, aprovechando que el cierre coincide con las fiestas del Raval, los jardines de Rubió i Lluch acogerán las actuaciones gratuitas de 'Los Yolos', 'Punk Floyd' y la cantante francesa 'ZA!'.
En paralelo a la despedida, el equipo de la escuela ultima los detalles del traslado a su nueva sede, a pocos metros de la anterior, en la plaza de la Gardunya. Allí tendrá el no menor cometido de presidir un renovado espacio anteriormente utilizado como aparcamiento y zona logística del Mercat de la Boqueria, ahora destinado a uso público. Manteniéndose en el epicentro del Raval, el nuevo edificio, diseñado por la arquitecta Carme Pinós, ha intentado conservar la genética de una escuela enfocada en la transversalidad, por lo que mantiene -parcialmente- la morfología laberíntica de la sede anterior y combina elementos escultóricos, juegos de volúmenes o cambios de escala, confeccionando un edificio tan singular como la propia escuela que lo habitará.
VIEJOS OFICIOS Y NUEVAS TENDENCIAS
Los talleres de laca, estampado, joyería, escultura o tapices dan fe del ADN de la escuela que, a lo largo de sus 88 años de historia, ha orientado su plan de estudios a tender puentes entre viejos oficios y últimas tendencias en el mundo del diseño y el arte. En total, entre estas paredes se han formado aproximadamente 87.000 alumnos si se suman a los que han cursado una especialidad en alguno de sus ocho Ciclos Formativos, la modalidad de Bachillerato Artístico, el Grado en Arte y Diseño de la UAB o el Posgrado en Artes Aplicadas Contemporáneas.
Por eso, a modo de reunión espontanea de esta gran familia de ex alumnos, el recorrido por la escuela ha servido para recordar las vivencias en las aulas de la Massana y, por su puesto, a muchos de sus maestros, tanto los temidos como los idolatrados. Durante este último paseo, los muros del centro, lienzos mutantes a lo largo de estos años donde muchos han plasmado lo aprendido en las aulas, hoy lucían carteles con frases de canciones con sabor a despedida como la mítica 'This is the end, my only friend'.
VOCACIÓN PÚBLICA HISTÓRICA
Por lo que respeta a la antigua sede, que hoy echa el cerrojo, las condiciones del edificio impiden que este continúe albergando aulas aunque, como ha apuntado el coordinador del Grado Universitario de la UAB impartido en esta escuela, Victor Valentín Puerto, su futuro “debe ir ligado a su vocación pública”. “Este es, por encima de todo, un edificio de los barceloneses”, ha remarcado el profesor, en referencia a su nacimiento en el siglo XV como hospital de referencia de la ciudad que pasó a aglutinar entonces los seis centros hospitalarios de la capital bajo un mismo techo.
De hecho, antes de asentarse en el Antic Hospital de la Santa Creu, en 1935, la Escola Massana ya había pasado esporádicamente por el carrer Avinyó, donde se impartieron las primeras clases de un proyecto surgido de la filantropía del pastelero Agustí Massana i Pujol, y por la casa de la Ardiaca, donde aún mantiene su biblioteca. Sin embargo, el Antic Hospital de la Santa Creu sería el enclave donde la escuela desarrollaría su interdisciplinario plan de estudios y se forjaría una historia siempre acompañada de anécdotas. Entre ellas, una especie de rumor que sobrevuela el Raval durante hace décadas respecto a la muerte de Antoni Gaudí en este centro o el nunca confirmado taller de pintura que Robert Redford podría haber cursado entre sus paredes.