Los vecinos del Raval están hartos de que no atiendan sus quejas

Los vecinos del Raval están hartos de que no atiendan sus quejas

Ciutat vella

“Cuando llega el buen tiempo, nosotros nos ponemos malos”

Quejas en el Raval por los ruidos que generan los turistas y los botellones

22 febrero, 2018 11:51

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No todo el mundo en Barcelona aplaude el regreso de las buenas temperaturas. Hay un sector de la zona sur del Raval que se pone a temblar con el buen tiempo. Para sus habitantes, eso significa más gente en las calles, más botellón en sus plazas, más turistas de fiesta hasta altas horas de la madrugada, más ruido y, consecuentemente, menos descanso para los vecinos.

Y lo peor de todo, según confirman los vecinos de la zona, es que ni el Ayuntamiento ha tomado medidas para acabar con esa situación ni la Guàrdia Urbana dispone de los medios necesarias para poner orden en este asunto.

Los vecinos llevan meses reclamando al ayuntamiento de la ciudad y al del distrito que adopten las medidas pertinentes para salvaguardar el descanso de los vecinos. Están hartos de llamadas a la Guàrdia Urbana a altas horas de la noche, de quejas antes los órganos correspondientes del consistorio, y de actos en la calle, para comprobar día tras día que el problema persiste.

Uno de los vecinos de la zona más afectada por este problema en la zona sur del Raval denuncia que la situación que viven se viene produciendo desde hace tiempo. “Es evidente que tenemos un problema de ruido, pero todo sigue igual, nada ha cambiado. Somos los únicos vecinos de Barcelona que cuando llega el buen tiempo nos ponemos malos. Preferimos la lluvia”, denuncia.

Sus quejas son corroboradas por otros vecinos del barrio, que también se ven perjudicados por estas situaciones. Todos saben, porque desde el propio ayuntamiento se lo han comfirmado, que hay algunos locales en funcionamiento que tienen orden de cierre por falta de licencia o por denuncias de los vecinos, pero que continúan con su actividad.

“Nosotros ya no sabemos que hacer” afirma otro vecino de la zona. “Nos han llegado a decir que nos iban a subvencionar la instalación de ventanas con cristales dobles en las casas, pero en la oficina del Habitatge no tienen ni idea”.

PISOS TURÍSTICOS

En medio también está el asunto de los pisos turísticos. En la zona hay algún edificio que se dedica íntegramente al alquiler turístico y eso genera muchos problemas. Los vecinos aseguran que habitualmente en los pisos entran más personas de las que están autorizadas, y algunos de ellos suelen montar fiestas hasta altas horas de la madrugada.

“Además, no lo hacen dentro de casa. Tienen un balcón que da al patio interior de manzana y por la noche se oye todo lo que hablan, aparte de que muchas veces en lugar de hablar, gritan, beben y ríen a carcajadas. Y cuando empieza a salir el sol, se van a dormir. Pero por la noche, nosotros no podemos dormir”, afirma un vecino de la zona, que afirma estar cansado de llamar a la Guàrdia Urbana.

Los vecinos piden al ayuntamiento que negocie con los propietarios de los pisos y que, cuando se trata de edificios dedicados completamente al alquiler turístico, se les obligue a tener una recepción atendida las 24 horas, como si se tratara de un establecimiento hotelero, para evitar el desmadre de los turistas y que alguien responda cuando acude la policía por la llamada de los vecinos.

SI NO LES ABREN...

La respuesta del ayuntamiento ha sido, según los vecinos, la de siempre, que están preocupados por el tema y que hacen lo posible para arreglarlo cuanto antes. Sin embargo, las soluciones no llegan. Consideran que una cosa es mostrar preocupación y decir que trabajan para acabar con los botellones y los ruidos de los turistas y otra hacer algo efectivo.

“Uno de los problemas que tenemos”, dice un vecino, “es que cuando llamamos a la Guàrdia Urbana, si viene, se personan en la puerta del edificio, llaman al timbre, pero si no les abren, se van. Dicen que si no les abren voluntariamente la puerta no pueden hacer nada. Y, mientras tanto, los vecinos que se fastidien. Si hubiera un resposable en el edificio, eso no pasaría”.

Desde el consistorio también les han asegurado que se creará un sistema de mediación con las empresas dedicadas al alquiler turístico para evitar que las molestias a los vecinos se perpetúen. “Pero nuestra quejas llevan meses en la mesa de los políticos municipales y nada ha cambiado. Y dentro de unos meses, volveremos a quejarnos y nos contarán el mismo cuento”, denuncia otro vecino.