No es algo nuevo: desde hace varios meses, vecinos y comerciantes de Ciutat Vella se están mostrando muy críticos con lo que ocurre en sus barrios, algunos de los más emblemáticos con que cuenta Barcelona. El porqué: la degradación paulatina que se observa en sus calles.

Inseguridad, suciedad, incivismo, manteros, narcopisos, peleas, etc. Noticias relacionadas con todo ello saltan cada día a los medios de comunicación, a propósito de sucesos que ocurren en sus calles. Sucesos que están alertando tanto a vecinos como a comerciantes, cuyas respectivas asociaciones no hacen más que quejarse de la espiral de degradación en la que ha entrado el distrito más antiguo de la Ciudad Condal.

A todo ello, las críticas se hacen cada día más directas y profundas en relación al actual equipo de gobierno que está en el Ayuntamiento de Barcelona. Los comerciantes, en especial, no entienden lo que consideran dejadez municipal. Una dejadez que les está pasando factura, y perdonen la broma fácil. Pero lo cierto es que decenas de negocios han ido cerrando en los últimos tiempos, incapaces de seguir trabajando con normalidad.

En el centro de las críticas están Gala Pin, la máxima responsable del distrito, junto a la alcaldesa Ada Colau, a las que acusan de no gestionar el distrito como correspondería por sus cargos y obliogaciones..

A continuación resumimos las opiniones de cinco miembros de diferentes asociaciones de comerciantes de Ciutat Vella. Se les nota hartos e indignados; y, todos, pronostican que vamos a tener un otoño caliente, caliente...

NURIA APARICIO (Directora de Barcelona Oberta) 

“Ciutat Vella tiene un problema: todo el mundo quiere venir aquí, turistas y barceloneses, porque tiene muchos atractivos. Es como lo de las fiestas de Gracia: nadie quiere perdérselas. Pero esta gran presión nos pasa factura. El problema es para quien vive diariamente aquí, ciudadano o comerciante. En nuestro caso, La Barceloneta o el Gótico pasan por algo parecido, con la diferencia de que es cotidiano. El incivismo ha tomado nuestras calles este verano, hasta el punto de que se ha hecho insoportable. No me extraña que algunos comerciantes quieran irse. El malestar es cada día mayor. La mezcla de problemas se ha convertido en un cóctel explosivo y cada vez hay más crispación”.

Los locales comerciales de Ciutat Vella se venden a precio de oro / CARLOS RUFAS 



MARGA DOMINGO (Presidenta de Born Comerç)

“En los últimos tiempos todo se está degradando muy deprisa. No nos sentimos apoyados por el Ayuntamiento. Olvidan que hace 20 años este barrio daba miedo, que los comerciantes le devolvimos vida. Ahora todo está lleno de pintadas, estamos rodeados de obras. Hace meses que las de la parada de Jaume I son un muro en la calle Argenteria que dificulta la principal entrada al barrio. La Generalitat dice que estas obras se prolongarán al menos hasta el verano del 2019 y que tratarán de minimizar su impacto. En algunos casos el descenso de la facturación es del 40%. Tenemos varios pisos ocupados de ladrones. Además, llevamos dos años tratando de sacar adelante un APEU, una área de promoción de economía urbana, pero parece que al Consistorio no le gusta la colaboración público-privada. ¡Como si nosotros quisiéramos apropiarnos del espacio público en lugar de mejorarlo!”.

Las obras en el Born están creando muchos problemas a los comerciantes / MIKI



FERMÍ VILLAR (presidente de Amics de La Rambla y de la Plataforma de Afectados por el Top Manta)

“Es muy irónico que Colau entrara a la ciudad con el discurso de recuperar espacio público, pero le faltó añadir cuando sea usado por actividades reguladas. Sólo pedimos la existencia de una licencia para ocupar la vía pública. A nosotros se nos obliga a hacer todo un proceso burocrático cansino para cualquier cosita, mientras que los manteros están viviendo en la impunidad absoluta. Hay un descontrol evidente, y ante esta situación no se puede intervenir con represión, pero sí respetar las reglas. Nunca se puede justificar las ilegalidades y mucho menos la violencia. Nos reunimos con Colau en junio e hicimos una propuesta para hacer cumplir las leyes. Pero no llegó a salir nada porque ERC dijo que no podían ir de la mano del PP, y entonces nadie hizo nada. Nuestra única esperanza es el Defensor del Pueblo de Barcelona, que está buscando la manera de buscar una solución”



Turista bebiendo frente a un puesto de flores / MIKI



CARME PIERA (Presidenta de la Asociación de Vecinos de La Barceloneta)

“No estamos en contra del turismo, simplemente exigimos una regulación por parte del Ayuntamiento. Ante todo, más que la suciedad o el ruido, lo que más nos preocupa es la sensación de inseguridad. En La Barceloneta vive mucha gente mayor que sufre robos y actos vandálicos cada dos por tres. Esto tiene que ser penalizado, o la situación se nos irá de las manos. A primeros de septiembre tenemos fijada una reunión con los representantes del ayuntamiento para hablar de lo que está ocurriendo. No estamos dispuestos a transigir, porque esto ya no es vivible”.



Bronca en la última manifestación en La Barceloneta / HUGO FERNÁNDEZ



TERESA LLORDES (presidenta de Barna Centre)

“Barna Centre está formada por 18 asociaciones de comerciantes que aglutinan 25 calles, avenidas y plazas situadas del barrio Gótico de Barcelona. Reclamamos a las administraciones medidas específicas para apoyar el comercio de la zona, ya que un 70 % de los comerciantes del barrio no sienten que reciban suficiente apoyo por parte del Ayuntamiento, ni empresarialmente ni como zona. En los últimos años todo a ido a peor: inseguridad, suciedad, falta de mantenimiento. Lo que más echamos a faltar es una apuesta clara y decidida del Ayuntamiento por un turismo de calidad”.

AUMENTO DE LA DELINCUENCIA

El malestar de los comerciantes se explica también por el alarmante aumento de la delincuencia en Barcelona y, especialmente en Ciutat Vella. Según el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior, los robos con fuerza en los domicilios aumentaron un 31% en toda la ciudad, mientras que los hurtos (robo sin intimidación ni violencia) han subido un 22,7%. Por otra parte, los robos con violencia e intimidación han crecido un 12%. En Ciutat Vella, el aumento de los narcopisos está directamente relacionado con el incremento de la inseguridad en todo el distrito (Raval, Gòtic, Santa Caterina i la Ribera, Sant Pere y Barceloneta). En estos barrios se han multiplicado las quejas por la falta de efectivos de la Guàrdia Urbana y los Mossos. Según explica El Periódico, el Ayuntamiento reconoce que la tendencia va al alza y se defiende asegurando que este año han destinado 56 agentes más de la Guàrdia Urbana.

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