Se dice pronto, pero la reforma de la Rambla, el paseo más internacional de Barcelona, acumula casi 2.000 días de retraso. Un marcador en un balcón situado encima del emblemático Cafè de l'Òpera indicaba este viernes que la demora es de 1.996 días. Lo puso allí la entidad Amics de la Rambla para sacar los colores al Ayuntamiento. Y a día de hoy, las obras siguen sin fecha de inicio. O, al menos, el Ayuntamiento no lo ha comunicado.
El retraso cumplirá los 2.000 días el martes, 15 de noviembre. El marcador se colgó el 14 de octubre de 2020. Las cuentas de los días que se llevan sin iniciar las obras son desde que se aprobó el plan de ordenación de la Rambla, en el pleno de mayo de 2016, ahora hace unos cinco años y medio. Desde que se redactó el plan especial, a partir de 2014, la dilación es mayor.
DENUNCIA DE ERC
Este lunes, ERC tiene previsto realizar una rueda de prensa a los pies del contador para denunciar la situación. Los republicanos expondrán también que el gobierno de Colau ha incumplido el acuerdo alcanzado con ellos para la reforma para aprobar el presupuesto de 2020. Y quieren que el proyecto de la Rambla se debata en la comisión de Urbanismo de la próxima semana.
Metrópoli ya explicó a mediados de octubre que la reforma de la Rambla carecía de presupuesto asignado y de un calendario concreto de ejecución. El presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, cree que la transformación del paseo no se hará este mandato, que concluye en la primavera de 2023. En octubre, Amics de la Rambla exponía que el gobierno municipal se escudaba en escollos administrativos para que la reforma no avance y se quejaba que ni siquiera el consistorio había contestado a sus alegaciones.
UNOS 44,5 MILLONES DE EUROS
En octubre, este medio preguntó al Ayuntamiento por las obras y las fuentes consultadas remitieron a las declaraciones que la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, hizo en la comisión de Ecologia Urbana del pasado mes de marzo, en la que se aprobó el proyecto ejecutivo de la remodelación por valor de 44,5 millones de euros y en la que el gobierno municipal se llevó un varapalo de la oposición por el enorme retraso. En aquella comisión, Sanz no puso fecha a los trabajos. Desde entonces, el consistorio no ha hecho ningún anuncio.
UNA ARTERIA CERRADA A LOS COCHES PRIVADOS TRAS LA REFORMA
El dibujo de La Rambla, elaborado por el equipo Km 0, que dirigió la arquitecta y exconcejal de Ciutat Vella Itziar González, hace más de dos años que está terminado. A grandes rasgos, el proyecto de la Rambla prevé construir tres grandes plazas a la altura del Teatre Principal, el Pla de l'Òs y el Palau Moja. Las tres plazas serán de plataforma única para mejorar la conexión entre los barrios del Raval y del Gòtic.
Una vez terminada la reforma, la Rambla cerrará el tráfico a los coches privados. Solo podrán pasar los vecinos, los vehículos de servicios, el transporte público y las bicicletas. El paseo ganará, en algunos puntos, hasta 1,5 metros de ancho. La vía tendrá un único carril de circulación -es decir, uno de bajada y otro de subida- con una amplitud de 3,5 metros.
Con suerte, en unos años, la transformación será una realidad.