Una guía turística enseña Barcelona a un grupo de visitantes / EFE

Una guía turística enseña Barcelona a un grupo de visitantes / EFE

Ciutat vella

Guerra abierta entre los guías turísticos y los 'free tours' en el centro de Barcelona

A lo largo de los últimos meses se han producido enfrentamientos entre los trabajadores del sector a pie de calle

1 diciembre, 2023 23:11

Guerra abierta por sacar tajada de los turistas en el centro de Barcelona. Las empresas dedicadas a hacer tours con guía por el distrito de Ciutat Vella rivalizan, día sí y día también, por captar a los visitantes en la capital catalana. Sucede, sin embargo, que no todas las empresas cumplen con el decreto aplicado a Ciutat Vella, que prohíbe el uso de megáfonos y limita los grupos con guía a 20 personas.

Así lo han explicado a Metrópoli trabajadores del sector, que denuncian una situación de tal competencia salvaje que ha terminado con graves discusiones a pie de calle y en las que, aunque no se ha llegado a golpear, sí se ha rozado la línea de la agresión física.

COMPETENCIA DESLEAL

"Empresas de free tours nos están haciendo una competencia desleal a los que tenemos la licencia", asegura Marina --nombre ficticio--, guía turística con licencia en la urbe. "Mientras que nosotros hemos reducido nuestro número de clientes y hemos invertido en audioguías porque entendemos que hay que respetar el día a día de los vecinos, nos encontramos con calles y plazas llenas en el Gòtic. Los free tours cogen grupos de hasta 40 personas, siguen utilizando megáfonos y no siempre nos dejan compartir el espacio para que podamos trabajar", afirma.

Estos mismos guías, denuncia, se cuelan en espacios que tienen vetados. Muchos de ellos no son profesionales ni están acreditados, por lo que no pueden entrar en los lugares protegidos por la UNESCO o por ser Bienes Culturales de Interés Nacional (BCIN). Desde el inicio hasta el final de la temporada turística, empresas como Barkeno o Sandemans pugnan por su cuota en el sector. Los guías turísticos con licencia indican que son estas empresas, entre otras más pequeñas, las que se saltan la normativa.  

MÚSICOS COMPRADOS

Hasta que comenzó a implementarse la nueva normativa, detalla Marina, "había cierta coexistencia, pero desde entonces hemos notado una mayor agresividad por parte de algunos guías --de free tours-- que operan en la ciudad". Hace escasas semanas, pudo grabar en vídeo un enfrentamiento con otro trabajador del sector. Este se negó a compartir el espacio, pero, al negarse ella a marcharse, la situación escaló.

Grupos de turistas en Ciutat Vella / AJ BCN

Grupos de turistas en Ciutat Vella / AJ BCN

"Estos mismos guías tienen comprados a los músicos de la calle. Vemos como, cuando entran en la plaza, les dan cinco euros para que dejen de tocar y, cuando se van, los músicos vuelven a lo suyo. En ocasiones, me he encontrado con músicos que me piden que pague y, si me niego, molestan durante toda la explicación", lamenta.

PELEA EN EL GÒTIC

Esta particular estrategia se vio clara en su último encontronazo cuando, durante una riña, uno de los músicos intercedió a favor del guía de free tour. Cuando Marina comenzó a grabar la situación y a relatar en vivo lo que estaba sucediendo para que quedara constancia, el músico se abalanzó sobre ella. Afortunadamente, no sucedió nada, pues un vecino del barrio, indignado, defendió a la guía licenciada y se interpuso en su camino. El músico, no obstante, se fue profiriendo insultos como "española de mierda".

"Acto seguido llamé a la policía y, en cuanto me oyeron denunciar la situación, tanto el guía como el músico se fueron juntos, arrastrando a más de 30 turistas con ellos", narra. En otras ocasiones, se ha encontrado con el mismo guía, que "ha intentado humillarme con varios comentarios mientras trabajo". Todo ello ante la atónita mirada de medio centenar de turistas.

DESAMPARO

A pesar de que contactó con la Guardia Urbana, los agentes municipales no aparecieron en el lugar. Días después, denunció los hechos ante el Ayuntamiento y la remitieron a Mossos d'Esquadra. A pesar de que la policía autonómica catalana explica que pueden dirigirse a ellos ante cualquier agresión o pelea, la competencia de velar por el cumplimiento del decreto municipal corresponde al cuerpo municipal, explican a este medio.

Turistas pasean por la Rambla de Barcelona / EFE

Turistas pasean por la Rambla de Barcelona / EFE

Marina define la situación como "una vergüenza". "Esto da una mala imagen a la profesión, al sector entero, pero también nos deja en ridículo frente a los clientes y turistas", argumenta.

PERSECUCIÓN

Preguntados por este digital, desde Barkeno Tours niegan todo lo anterior y aseguran que sus empleados acatan la norma municipal y coexisten con los trabajadores con licencia.

"Es totalmente falso que llevemos más de 20 personas por grupo en las áreas delimitadas por el decreto, así como lo es que utilicemos megáfonos (...) fuimos la primera empresa de free tours en implementar las radioguías. Por el contrario, son algunos guías oficiales quienes pretenden impedir que los guías free tours hagan su trabajo. Interrumpen las explicaciones, les increpan, les señalan como ilegales e instigan y atacan a los turistas", acusan.

El director de Sandemans New Europe, Chris Sandeman, asegura a este medio que ha iniciado una investigación interna para esclarecer si algún guía de la compañía está vulnerando el decreto, pero que la empresa hace seguimiento de sus guías para velar por su cumplimiento. Por otro lado, alerta de que hay otras compañías "imitando a Sandemans mediante el uso de paraguas rojos distintivos o anunciándose en plataformas online de forma engañosa". No obstante, sí tiene constancia de guías de otros grupos que vulneran la normativa.

DECRETO MUNICIPAL

Desde el Ayuntamiento de Barcelona recuerdan que el decreto sobre Ciutat Vella limita los grupos turísticos a no más de 20 personas. Para salvaguardar las zonas tensionadas, los principales monumentos también tienen una limitación de grupos que pueden compartir espacio simultáneamente. Asimismo, recuerdan que se debe potenciar el uso de audioguías en detrimento de los megáfonos, que hacen más ruido, entre otras cuestiones.

El decreto, que entró en vigor el pasado marzo, se ha prorrogado hasta septiembre de 2024. El consistorio barcelonés añade que ha destinado a agentes municipales para velar por el cumplimiento de la norma, con multas que pueden oscilar desde los 1.500 hasta los 3.000 euros, en caso de reiteración.