La panadería 365 del Gòtic, punto de reunión de los camellos del barrio
Esta tienda de la calle de Escudellers es la favorita de los traficantes para esconder la droga
19 julio, 2024 23:30Los vecinos del Gòtic se encuentran en una situación límite por la presencia de los punteros en este céntrico barrio de Barcelona. Se trata de delincuentes multirreincidentes que venden droga a pie de calle y que gozan de total impunidad. Este problema no es nuevo, pero en los últimos meses se ha intensificado, aumentando la inseguridad y la criminalidad, tal y como han denunciado las asociaciones vecinales en el último Consell de Barri.
El modus operandi de estos traficantes es el siguiente: se colocan en Escudellers y sus calles paralelas buscando a turistas con dos objetivos. El primero es venderles cualquier sustancia estupefaciente y, el segundo, robarles sus pertenencias utilizando la violencia en caso de que se resistan. Tal como relatan fuentes vecinales a este digital, el punto de encuentro de estos multirreincidentes es la panadería 365 del número 28 de la calle de Escudellers.
El 365, un punto de encuentro entre punteros
Eva Vila, miembro de la entidad vecinal Fem Gòtic, ha relatado a Metrópoli por qué tienen predilección por este establecimiento: "Es una cadena que les gusta mucho, ya que puedes entrar directamente en el baño sin necesidad de consumir nada". A pesar de que la panadería de esta ubicación es su favorita, no es la única donde venden la droga, también lo hacen en otros establecimientos 365.
No obstante, el local que más preocupa a los vecinos del barrio es el de la calle de Escudellers. Si en un principio "solo" se ponían en la entrada para captar a potenciales víctimas, de manera gradual, han empezado a vender droga también en su interior. Así lo explica Andrea, una mujer con un nombre anónimo que regenta un negocio en una de las calles cercanas y que ve cómo día si día también trafican en esta panadería.
"La mayoría de los punteros viven en pisos okupados cercanos y es precisamente en esos inmuebles donde esconden todo el material robado. A diferencia de los narcopisos habituales, la compraventa de sustancias estupefacientes la hacen en la calle, no en el interior", asegura Andrea. Esta comerciante ha aprovechado la ocasión para explicar cómo utilizan el 365 para sus negocios ilegales.
El baño de la panadería, el escondite de la droga
"Las drogas las esconden en el baño. Antes se podía entrar en los servicios sin consumir nada, pero los dueños de la panadería detectaron que traficaban ahí y decidieron ponerle un código, pero no ha servido de nada: ya saben los dígitos para entrar y siguen haciendo lo mismo", lamenta la mujer.
Desde Fem Gòtic también confirman que "los pases de droga los hacen ahí dentro", además es donde se reparten el dinero de la recaptación. A pesar de que las trabajadoras son plenamente conscientes de esta situación, no se atreven a enfrentarse a ellos, ya que tienen miedo de las represalias: "Imagínate lo que podría suponer echarlos", dice Vila.
La presencia de punteros en el Gòtic
Esta plataforma ya hace tiempo que denuncia los graves conflictos de convivencia que hay en el barrio. La presencia de punteros en el 365 del Gòtic es solo la punta del iceberg del problema estructural de seguridad que hay en este barrio, un problema que ya denunciaron en Consell de Barri hace poco más de un mes.
El punto de encuentro de los camellos es el mítico bar El Tequila. El antiguo local pasó a ser propiedad de una inmobiliaria que, años después, no logró su objetivo de transformarlo en un tablao flamenco. El turismo volvió a dominar esta calle, pero nunca recuperó su esencia original. El tablao cerró unos meses más tarde y en agosto de 2022, la franquicia de panaderías low cost se afincó en el barrio hasta la actualidad.
El 365 intensifica las medidas de seguridad
Fuentes del 365 Obrador explican a este digital que son conscientes de la situación delicada que vive el barrio y que colaboran en todo lo posible en su labor para revertir la situación. "En la tienda de Escudellers número 28 se han aplicado medidas de seguridad como el control de acceso a los baños con requerimiento de código y más cámaras de seguridad para evitar incidencias. Somos un espacio público y nuestro objetivo es que nuestras tiendas, clientes y trabajadores disfruten de un buen ambiente", asegura.
Metrópoli también se ha puesto en contacto con la Guardia Urbana para saber si ha detectado problemas de incivismo de este establecimiento del Gòtic, pero a fecha de publicación no ha obtenido respuesta.