Personas pasean por la Rambla de Barcelona a principios del siglo XX / FREDERIC BALLELL - ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA

Personas pasean por la Rambla de Barcelona a principios del siglo XX / FREDERIC BALLELL - ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA

Ciutat vella

No es un parque: lo que hay bajo este terreno del Raval te dejará sin palabras

Un túnel subterráneo olvidado durante casi un siglo sale a la luz por casualidad en plenas obras de recogida neumática de basura en el corazón de Ciutat Vella

El restaurante con casi 100 años de historia que reabrirá este año en el Raval: su propietario fue desahuciado

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El subsuelo de Barcelona vuelve a sorprender. Lo que debía ser una simple obra para instalar un sistema de recogida neumática de residuos en el sur del Raval ha destapado, casi por accidente, una estructura subterránea monumental: un túnel ferroviario de los años 30 que nunca llegó a entrar en funcionamiento.

Oculto bajo Nou de la Rambla, este pasadizo olvidado debía conectar la estación de metro de Liceu con el Funicular de Montjuïc, pero quedó a medio hacer.

Imagen del año 1984 de la estación de Liceu

Imagen del año 1984 de la estación de Liceu Arxiu TMB

La existencia del túnel era algo que algunos vecinos comentaban casi como leyenda urbana. Hoy, ese mito se ha convertido en historia documentada.

Un proyecto faraónico sepultado por huelgas, burocracia y agua

Todo comenzó en 1926, cuando la ciudad se preparaba para la Exposición Internacional de 1929. El objetivo era ambicioso: facilitar el acceso a Montjuïc desde el centro mediante un tranvía subterráneo.

Las obras empezaron en 1930, pero entre la oposición vecinal, las dificultades técnicas y los problemas financieros, el proyecto se paralizó en 1933 y nunca se retomó.

Un rebaño de cabras pasea por la Rambla / FREDERIC BALLELL - ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA

Un rebaño de cabras pasea por la Rambla / FREDERIC BALLELL - ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA

El Ferrocarril Subterráneo desde la Rambla del Centro a la calle del Marqués del Duero por Conde del Asalto –así se llamaba oficialmente– fue concedido a la misma compañía que construyó el funicular, pero la tuneladora nunca llegó a arrancar.

La Guerra Civil terminó de enterrar el proyecto, que fue abandonado definitivamente en los años 50.

Lo que han encontrado bajo tierra

Lo más espectacular del hallazgo es el pozo de ataque, situado bajo la calle del Est: una cavidad de 12,5 metros de profundidad con escaleras de madera conservadas, vigas metálicas y galerías circulares.

Estas estructuras, actualmente inundadas por el nivel freático, están siendo documentadas por el Servei d’Arqueologia con el apoyo de equipos subacuáticos de los Mossos d’Esquadra.

El túnel excavado con método tradicional tenía un diámetro de 5,80 metros, pensado para un pequeño convoy de un solo coche. Solo se construyó un tramo de unos cinco metros, además del pozo y una pequeña conexión intermedia.

Más que túneles: historia urbana bajo el asfalto

Además del túnel ferroviario, los arqueólogos han localizado restos del urbanismo del Raval de los siglos XVII y XVIII, que ayudan a entender cómo se ha transformado esta zona de Ciutat Vella a lo largo de los siglos.

Detrás de este hallazgo está el equipo dirigido por Walter Alegría, de Global Geomàtica, que ha puesto en valor no solo las estructuras visibles, sino también la historia política, técnica y social del frustrado proyecto ferroviario.

¿Y ahora qué?

Tras ser documentado, el espacio volverá a ser sellado. El túnel inacabado y su historia se hunden de nuevo en la oscuridad, aunque esta vez no en el olvido.

Inauguración del primer metro de Barcelona, en 1924 / ARCHIVO TMB

Inauguración del primer metro de Barcelona, en 1924 / ARCHIVO TMB

El subsuelo del Raval demuestra, una vez más, que Barcelona es una ciudad que no solo se vive en la superficie: su historia también se camina bajo tierra.