La caída de la producción de Nissan alerta a los sindicatos

Los sindicatos de Nissan en Barcelona temen por el futuro de la fábrica de la Zona Franca, la más importante de la multinacional nipona en España, ante la reducción progresiva de la producción y la "falta de un plan industrial" que garantice la carga de trabajo y el empleo en los próximos años.

Mientras la atención mediática está centrada en el conflicto laboral en la planta de Ávila, los sindicatos han levantado la voz en Barcelona sobre la situación crítica de la planta catalana, en la que trabajan unas 3.200 personas con contrato indefinido y unos 200 temporales.

En declaraciones a Efe, Enrique Saludas, el presidente de la sección sindical de Sigen-Usoc, mayoritario en Barcelona, ha denunciado que la dirección ha ido corrigiendo a la baja las previsiones de producción en la planta, que han pasado de unas 100.000 unidades al año -algo inferior a las 110.000 con que se cerró el último ejercicio- a 95.000 en pocas semanas.

"La producción está cayendo poco a poco y no se vislumbran nuevos proyectos", ha asegurado Saludas, que alerta que el escenario podría empeorar en los próximos meses.

Por su parte, el portavoz de CCOO en Zona Franca, Miguel Ángel Boiza, también se ha mostrado preocupado por la situación y ha urgido a la dirección a ponerse a trabajar para conseguir nuevas asignaciones de productos ya que la caída de la producción afectará al empleo, empezando por los 200 temporales.

En la actualidad, la planta de Nissan en la Zona Franca trabaja a dos turnos en las dos líneas: la 1, que fabrica el turismo Pulsar y la furgoneta comercial NV200; y la 2, que ensambla la camioneta Pick-Up Navara. A la vuelta de las vacaciones de verano, cuando la fábrica cerrará tres semanas en agosto, está previsto que la L1 elimine un turno y deje sólo uno, que irá de 8.00 horas a 17.00 horas.

La caída de las ventas del Pulsar -se producen menos de la mitad de las 80.000 unidades previstas inicialmente- explica esta reducción de turnos y la plantilla ya da por perdido este modelo más allá del año que viene.

Respecto a la L2, está previsto que en septiembre se inicie la producción del modelo para Renault y más tarde para Daimler, lo que aumentaría la carga de trabajo. De momento, están activos dos turnos, aunque se descansa todos los lunes para acompasar la producción.

DESCONFIANZA DE LA DIRECCIÓN

La dirección, además, aún no ha puesto fecha a la puesta en marcha de un anunciado tercer turno -uno de noche- en esta línea, que estaba previsto para principios de 2018. "Nos están mareando y cada vez vemos ese turno más lejos. Ya no creemos que llegue antes de Semana Santa del año que viene", ha apuntado Saludas.

Los representantes de los dos principales sindicatos de Nissan en Barcelona lamentan "la falta de credibilidad" de la dirección, a la que acusan de incumplir una vez y otra sus anuncios de carga de trabajo y contrataciones. Así, recuerdan a la empresa que los acuerdos de flexibilidad aprobados hace poco tiempo, coincidiendo con la llegada de la pick-up a finales de 2015, "apuntaba a una producción de más de 200.000 unidades al año y a una contratación nueva de 1.000 empleados que no se ha cumplido".

Ante esta situación, Saludas avanza que, a medio plazo, "habrá que pararles los pies" porque "la dirección no ha hecho los deberes pero continúan exigiendo renuncias a los trabajadores". Sigen-Usoc y CCOO exigen a la dirección en España que arranque de la multinacional más carga de trabajo para Zona Franca, lo que pasaría por la adjudicación de la fabricación de un nuevo modelo.



Por su parte, Nissan en España reconoce que la producción de este año fiscal 2017-2018 (que se inició el pasado marzo) será "algo inferior" a la de 2016 debido, fundamentalmente, a que el Pulsar no ha funcionado como se esperaba y a los problemas de demanda de la pick-up en el Golfo Pérsico. "Trabajamos para atraer nuevos modelos. En la línea 1 necesitamos nuevos vehículos, pero la competencia es fuerte y el entorno es muy duro", ha asegurado a Efe un portavoz de la empresa.