El gobierno ha decretado un 90% de servicios mínimos para la huelga indefinida de los trabajadores encargados de los servicios de seguridad y vigilancia en el aeropuerto de El Prat convocada a partir de este viernes, 9 de agosto.
Así lo ha establecido una resolución de la delegación del gobierno en Barcelona con el objetivo de garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales de vigilancia. Los 500 trabajadores llamados a la protesta, que forman parte de la plantilla de la compañía Trablisa, adjudicataria del servicio desde junio de 2018, denuncian que no se respeta la paridad en los puestos de trabajo ni las rotaciones de plantilla para compartir los trabajos más duros.
MEDIACIÓN CON LA EMPRESA
Desde el comité tienen previsto “seguir adelante” con el paro siempre que no se llegue a un acuerdo de mediación con la empresa. En esta ocasión, la huelga ha sido convocada por los sindicatos Alternativa Sindical, SPS, STTS y PROU, mientras USO se ha desmarcado de la decisión.
Los trabajadores de la compañía de seguridad exigen un plus de un euro por hora trabajada por la “carga física y mental que soporta” el colectivo por la afluencia de viajeros y horas de trabajo, además de la recuperación del plus de aparcamiento.
MÚLTIPLES HUELGAS
La protesta podría coincidir con la del personal de tierra de Iberia.
Desde la compañía apuntan que los servicios mínimos tienen como objetivo “compatibilizar” el interés general de la ciudadanía en una época “de gran demanda vacacional” con el derecho a huelga de un colectivo de unos 2.700 trabajadores.
MOVILIZACIONES CONSTANTES
En este sentido, desde el Ministerio apuntan que Iberia ofrece servicio a 27 compañías en el Aeropuerto de Barcelona, por lo que el número de vuelos afectados podría ser de unos 1.000 durante las jornadas de paro.
No es la primera vez que los controladores de seguridad del aeropuerto se movilizan en verano. En 2017, los trabajadores de Eulen, empresa encargada de los servicios de seguridad en aquel momento, convocó una huelga que colapsó el aeropuerto, provocando grandes colas en los controles del Prat.